Las representantes de LAB, STEE-EILAS y ELA en el sector de Haurreskolak llamaron a las 1.500 trabajadoras a llevar adelante un paro de cuatro horas el próximo miércoles 18 de mayo porque ni el Consorcio ni el Departamento de Educación devuelven los salarios reducidos a las trabajadoras y porque la respuesta a la presión es «llevar adelante nuevos recortes en las condiciones laborales y en el servicio», según denunciaron ayer en Bilbo Leire Garro, Egoitz Isasi y Rebeka Kayero.

Durante las cuatro horas se concentrarán ante el Gobierno de Patxi López en Gasteiz. Desde la plaza Virgen Blanca saldrá una columna con las trabajadoras de Araba de Haurreskolak, que se juntará ante las puertas de la sede gubernamental para protestar por los incumplimientos reiterados de la consejera de Educación, Isabel Celaá.

Una sentencia judicial obligó al Consorcio Haurreskolak a devolver las cantidades recortadas de los salarios de las trabajadoras. La consejera Celaá se comprometió a ello, pero el consorcio, donde también está representado el Departamento de Educación, ha recurrido la sentencia al Tribunal Supremo y, mientras tanto, no paga los 1,5 millones de los recortes.

Las delegadas de los tres sindicatos comparecieron con carteles en los que se veía a la consejera de Educación con una nariz muy larga. «Está claro que ni el Departamento de Educación ni el Consorcio tienen intención de devolver los salarios recortados, contradiciendo precisamente lo que dijo Isabel Celaá en la inauguración de la haurreskola Itxasmendi de Zarautz, donde nos dijo que respeta y acatará la resolución judicial; a la vez que indicó que haría cumplir el convenio, sin que afectase a las cuotas que pagan las familias». Esa decisión, sin embargo, suponía, a juicio de Celaá, «la reorganización de los recursos del Consorcio de Haurreskolak».

Sin esperar a que termine el actual curso, el consejo directivo «ha decidido que si el número de inscripciones no llegan al 50% de las plazas totales por aulas, el Consorcio estudiará su apertura».

LAB, STEE-EILAS y ELA se preguntaron dónde está el derecho a la educación y advirtieron de que «con la medida, varias haurreskolas están en peligro de desaparecer». Recordaron que en 2006 fue el PSE el que presionaba al Gobierno de Gasteiz para que garantizara 8.000 plazas «porque lo que se ofertaba estaba desequilibrado». En noviembre de 2009, el PSE se reafirmó con el ciclo de Educación Infantil y «garantizó que al finalizar la actual legislatura, es decir en 2012, habría una plaza para todas las familias que así lo solicitasen». Para las sindicalistas es «mentira», según los hechos.