Esto de los títulos cada vez es más lío. «Sin identidad» es un estreno originalmente titulado «Unknown», que a su vez está basado en la novela «Hors de moi», editada en castellano como «La doble vida de Martin Harris». Cuatro títulos distintos para una misma obra escrita por el novelista francés Didier Van Cauwelaert y que para el cine ha sido adaptada por los guionistas Oliver Butcher y Stephen Cornwell.

El guión en cuestión es un coladero, por el que se escapa la coherencia de una historia llena de situaciones inverosímiles y faltas de cualquier asomo de lógica. Menos mal que Jaume Collet-Serra, a pesar de su juventud, atesora ya un sólido oficio como realizador, acostumbrado a hacer milagros con los encargos imposibles que le ofrece en Hollywood el fullero productor Joel Silver.

El catalán saca un enorme partido a los escenarios reales de la ciudad de Berlín, filmando con estilo secuencias llenas de tensión, y sin recurrir a la espectacularidad de las consabidas escenas de acción, dentro de un ajustado presupuesto de 30 millones de euros, que ya ha recuperado con creces en la taquilla mundial.

El otro salvador de este thriller conspirativo es Liam Neeson. El actor irlandés aguanta el tipo ante los giros de guión más descabellados, dotando a su personaje de un cuerpo y una credibilidad ausentes en el libreto. Encuentra una pareja a su altura en la alemana Diane Kruger, en una aportación local que se engrandece todavía más con la presencia de Bruno Ganz, que hace de antiguo agente de la STASI reconvertido en detective privado. El reparto lo completa Frank Langella, con una de sus oscuras caracterizaciones.