Que el Manomanista ha cambiado es una obviedad que queda más patente cada fin de semana. El peloteo largo con el que madurar al rival y al tanto ha quedado prácticamente en desuso, sucumbiendo a la fogosidad del saque-remate, el sotamano y el juego de aire. En estas circunstancias, el campeonato individual ha pasado a ser una especie de coto reservado a delanteros en el que Patxi Ruiz, con permiso de Abel Barriola, se ha convertido en un rara avis que tratará de demostrar que los zagueros también tienen hueco en el considerado campeonato más importante.

Campeón de la modalidad en 2003, en una edición durísima, y con más de diez manomanistas a sus espaldas, el de Lizarra conoce además de primera mano esta evolución en el juego, al que trata de amoldarse. «Está cambiando, y mucho. Yo he jugado contra Rubén Beloki, Errandonea o Arretxe y aquello era mucho más clásico. Esto ahora se parece cada vez más al cuatro y medio. Se ha puesto de moda el rematar y Oinatz el otro día casi le dio más de aire que de bote. Para mí ése es el peligro que tiene Oinatz, que ahí adelante es un artista, es su juego y debo intentar que juegue detrás del cuatro», declaró el zaguero en la lección de ayer.

Con el material y la forma de jugar de las grandes estrellas, el peloteo y el juego clásico cada vez tienen menos eficacia, por lo que a los zagueros no les ha quedado más remedio que amoldarse al nuevo patrón. «Si no evolucionas no hay nada que hacer, hay que intentar cosas porque a base de pegar y pegar, no logras nada. Se está viendo claro y hay que intentar cosas nuevas», declaró.

El saque-remate, indefendible

Dentro de estos nuevos moldes, restar los saques de aire se ha convertido en una especie de obligación, ya que ante artistas de la talla de los cuartofinalistas, tratar de llegar al remate posterior «ya es imposible. El otro día Xala sacó muy largo y no llegas al remate de después ni aunque tengas un avión. Ahora mismo, a los que somos más torpes, nos es muy difícil llegar», declaró Patxi Ruiz.

De todos modos, Oinatz Bengoetxea, su rival este domingo en el Labrit, también tiene muy claro que el propio Patxi Ruiz, pese a su condición de zaguero, también es capaz de darles de su propia medicina. «Patxi seguro que da un paso para adelante para restar. Tiene un gran aire y él también puede hacerme el saque-remate, porque es muy habilidoso. Pienso que tiene grandísimas cualidades, está a tope y lo tengo muy difícil», apuntó.

Las opiniones del de Leitza sobre Ruiz son a tener muy en cuenta. Conoce al zaguero lizartarra como pocos, ya que llevan prácticamente un año jugando como pareja y también han compartido varios entrenamientos últimamente. «Para mí Patxi es un amigo, y cuando acaba un partido entre ambos nos podemos ir a cenar juntos, pero el domingo en la cancha cambiará todo y sólo habrá rivalidad. Le veo bien, está bien preparado y con chispa», declaró Oinatz, que también pasa por un gran momento de forma.