El alumnado de Musikene se planta hasta que destituyan a Rodríguez Suso
El conflicto de Musikene no baja de intensidad y los alumnos han optado, definitivamente, por tomar el protagonismo. Tras la decisión de la asamblea de declararse en huelga indefinida, han comenzado una serie de movilizaciones hasta conseguir un objetivo: «Que se haga justicia y echen a quien ha hecho muy mal su trabajo»; es decir, que destituyan a la coordinadora general del Centro Superior de Música de Euskal Herria, Carmen Rodríguez Suso.
M. LARRINAGA | DONOSTIA
Era la única parte implicada que no había podido hablar alto y claro hasta ahora, aunque lo haya intentado más de una vez. El alumnado del Conservatorio Superior de Música de Euskal Herria, ubicado en el donostiarra palacio de Miramar, ha optado por una medida que reconoce «desesperada», teniendo en cuenta que el final de este curso está a la vuelta de la esquina. El pasado miércoles, en asamblea, decidieron comenzar una huelga indefinida, dada la decisión adoptada por el Patronato de la Fundación Musikene de destituir de sus cargos al director académico, Juan Carlos Perez, y al gestor económico, Carmelo Labirua-Iturburu. Se mantenía, sin embargo en el puesto a su coordinadora general, Carmen Rodríguez Suso, a quien tanto ellos como sus antiguos compañeros de la dirección del centro, señalan como la «auténtica artífice» de la crisis abierta.
Una Comisión Gestora asume desde entonces y de forma transitoria la gestión del centro. El alcalde de la ciudad, Odón Elorza, expresó ayer su «preocupación por la situación a la que se ha llegado», y mostró su «malestar» por «estar totalmente desinformado». Dijo que lleva cerca de un año solicitando a la Consejería poder ser parte del Patronato, algo que todavía no ha conseguido «a pesar de las promesas».
En huelga ya, un amplio grupo de alumnos entregaba ayer al mediodía en la delegación de Educación de Donostia doscientas solicitudes pidiendo la sustitución de la coordinadora. Desde este punto partieron hacia la sede del PSE/EE, de donde fueron desalojados por la Ertzaintza. Por la tarde, ante la falta de los oportunos permisos, realizaron una protesta improvisada por el centro de la ciudad, comenzando en la catedral del Buen Pastor, donde se pudieron leer pancartas como «Parón en Musikene», «Suso kanpora» o «Celáa césáala».
Huelga inevitable
En la asamblea, «pusimos sobre la balanza nuestra situación actual en el centro. Estamos al final de curso y nos puede perjudicar mucho la huelga, pero también vimos lo que nos puede perjudicar que Carmen Rodríguez Suso siga en el cargo. Si nos vamos a casa este verano y ella sigue en el cargo, lo que nos vayamos a encontrar en setiembre no promete nada bueno», explicaba ayer a este diario un portavoz del alumnado. «Simplemente pedimos que se haga justicia y echen a una persona que ha hecho muy mal su trabajo».
Con esta huelga los alumnos pretenden «que el Patronato haga responsable a quien es responsable. La huelga empezaba si ayer no echaban a Carmen y han echado a los directores contratados por ella, directores puestos en un cargo, pero que no ejercían sus funciones», continuaba. Según los alumnos, Rodríguez Suso asumía las funciones de director académico y de gestor económico.
Con la creación de una Comisión Gestora, se limitarían los poderes de la coordinadora, pero el alumnado sigue teniendo miedo. «Lo que nos preocupa es ya no tanto qué personas forman esa comisión, que también, si no qué poder real van a tener. Porque el director académico y el económico también podían ser personas de buenas ideas pero, si Carmen no les deja ejercer su puesto, de poco nos iba a servir», explicó el portavoz.
«Si a esta mujer no la echan, igual en setiembre nos encontramos con la mitad del profesorado, o con que las clases son grupales... No podemos permitir que se nos mangonee así, sobre todo por gente que no es músico y no sabe lo que está pasando», explicaba ayer durante la protesta Daniel, alumno de primer curso de composición. Enar, estudiante de tercero de piano, decía cómo había oído unas declaraciones de Rodríguez Suso en las que decía que Musikene se centraba en formar músicos intérpretes y que se obviaban otras facetas de la música. Ayer quería responderle: «Pues señora, estamos aquí para aprender a tocar un instrumento. Con ello demuestra su desconocimiento, porque Musikene es uno de los centros donde más peso teórico teníamos».
«Pretende llevar a Musikene a algo que no es un centro de música. Ella tiene sus ideas teóricas, un punto de vista un poco alienado de lo que es la enseñanza musical. Parece que no sabe cómo es el día a día de un centro, porque lo está alejando de lo que es», agregaba Enar: «No podemos vivir con una dictadura en el centro».
Los alumnos tienen claro que el profesorado está de su parte, que los apoyan, puesto que celebrarán los exámenes de fin de curso. Por ello, pedían ayer su apoyo en la huelga y les animaban a que también parasen, si bien eran conscientes que el proceso es más complicado y que puede tardar varias semanas.
El comité pide tiempo
Otra de las partes de la crisis, el comité de empresa de Musikene -cuya postura es la de exigir la dimisión de Rodríguez Suso-, no quiso pronunciarse ayer respecto a la creación de la Comisión Gestora. En una nota, valoraba «positivamente» el ofrecimiento de Educación para que la comunidad del centro participara en ella; no obstante, señalaba que conoce «de manera fragmentaria» las nuevas medidas, por lo que había decidido no aportar de momento «una valoración más detallada». Aun así, calificaba «controvertida» la decisión de mantener a la coordinadora en su puesto «dado que se prevé muy difícil llegar a un acuerdo con los trabajadores» que permita su continuidad.