Una vez más, la muerte de un allegado ha sido utilizado para «jugar» con un preso político vasco. El miércoles fallecía en Lizartza la madre del preso Pello Olano y ayer se llevó a cabo su funeral y posterior entierro. Los vecinos de la localidad informaron a GARA de que Olano fue trasladado anteayer de Jaén hasta Martutene (Donostia) para llevarlo al funeral. Un centenar de personas esperaron su llegada sin éxito durante la noche, por contra, sí recibieron la visita de la Guardia Civil.