Aitor Montes Lasarte Médico de Aramaio
No al cobro de rescates en montaña
Ciertamente, hay abusos por parte de algunos ciudadanos, pero por otra parte los ertzainas ya cobran un sueldo del erario. ¿Acaso le cobra el médico de Osakidetza que le asiste en su domicilio?El Gobierno Vasco cobrará los rescates en montaña por la Ertzaintza, según ha aprobado el Parlamento vasco. Se excluye a los menores de 16 años, los disminuidos físicos y los fallecidos. El viceconsejero de Interior, Raúl Fernández de Arroiabe, refiere que Euskadi gasta 3 millones de euros al año en rescates.
La medida ha generado escaso debate, aunque posiblemente sea rechazada ampliamente por los montañeros. La Federación Vasca de Montaña se ha opuesto, según parece. La unión de espeleólogos vascos (UEV) ha presentado una alegación a la modificación de la Ley de Tasas.
Ciertamente, hay abusos por parte de algunos ciudadanos, lo cual puede justificar el cobro, pero por otra parte los ertzainas ya cobran un sueldo del erario. ¿Acaso le cobra el médico de Osakidetza que le asiste en su domicilio?
El problema más serio, sin embargo, no es el cobro, sino el procedimiento de los rescates, que puede no ser correcto. ¿Se cobrará un rescate realizado de forma inadecuada?
El 11 de febrero de 2011 un escalador sufre un accidente en Aramaio, al caerle un desprendimiento de piedras, y queda colgando de la pared. Sufre un politraumatismo (esguince cervical, fractura de muñeca derecha, tobillo derecho deformado, contusiones de ambas caderas) y traumatismo craneoencefálico con fractura y hemorragia craneales, con pérdida de conocimiento.
Requirió intervención urgente por el servicio de neurocirugía tras su ingreso en la UCI del hospital de Santiago. Este tipo de pacientes requieren inmovilización y traslado en UVI móvil si está disponible. Acuden a su rescate los bomberos de Oñati equipados con material de escalada y rescate, así como dos ertzainas de Iurreta en helicóptero. Éstos mandan a los bomberos a su base, pues sostienen que está todo «bajo control», a pesar de lo cual dejan al escalador colgado en una repisa durante cinco horas, sin un collarín cervical ni un tablero espinal.
Se le desciende enganchado a la cintura de un ertzaina por su arnés, sin inmovilizarlo, y se le hace bajar andando hasta un vehículo todo terreno (uno de los ertzainas se cae durante el descenso). Sentado en el asiento de atrás se le traslada a una ambulancia básica.
Llega al hospital sin tablero y con collarín mal puesto, sin médico, aunque la UVI móvil está libre y solicita acudir a por el escalador. Se niega su presencia, pues «no hace falta asistencia medicalizada».
En resumen, se trata de un rescate y un traslado al hospital negligentes, a pesar de estar disponibles los bomberos, la UVI móvil y el equipo de helicóptero sanitario de Loiu (al que no se le avisa). El accidentado era yo, que sé como debe trasladarse a un politraumatizado, pues soy médico.
El viceconsejero de Interior y los ertzainas afirmarán que se hizo correctamente, que valoraron correctamente al accidentado, pues no son médicos. La Guía de Actuación en Emergencias Sanitarias, publicada por el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco y Osakidetza, indica que en el traumatismo craneoencefálico de riesgo moderado y alto riesgo el traslado debe realizarse si es posible en ambulancia SVA.
En UVI móvil si está disponible, como era el caso. En los traumatismos de extremidades, se describen las acciones no aceptables, entre ellas, movilizar sin haber inmovilizado las lesiones.
Se trata, por tanto, de un rescate y traslado hecho en contra de los propios protocolos publicados por Osakidetza y el Gobierno Vasco.
En definitiva, a partir de este verano se cobrarán los rescates en montaña. ¿Serán eficaces o como en el caso descrito, se harán de forma negligente?
La vida de los montañeros está en juego, pero a algunos lo que les importa es, al parecer, el dinero.