CRíTICA rock
Capsula doblegaron a público y amplis
P. CABEZA
Cuando uno sale de un concierto con dos silbos en los oídos es que los amplis y las guitarras han trabajado duro y, en este caso, fuerte y bien, con un sentido del viejo rock sin edad, impecable. Si, además, te vas a casa con el estómago lleno de bolas repletas de aire comprimido, es que el bajo te ha metido cada nota hasta el fondo de la bilis. Así que, como un zombi reestructurado, partimos al exterior, una vez concluido el concierto de Capsula en Kafe Antzokia de Bilbo, donde el jueves presentó “In the land of silver souls”.
Con la sala llena, con Lenoise abriendo concierto y presentado su nuevo disco, salió a escena el trío Capsula. Muchos grupos comentan que han grabado el álbum, el que sea, en el estudio, pero captando toca la energía del grupo, como si fuera un directo. Vale, nunca es cierto. Un directo con la sonoridad de este, por ejemplo, no es posible verterlo ni a vinilo ni a cedé. Los riffs agujereándote como si fuera la guitarra katana, los bajos llenándote de stoner, doom, heavy setentero... la batería como en la guerra, a cañonazos. Así, canción a canción, apabullando. La mesura llegó con el rock de Bowie y los brillantes invitados: Gaizka, de Audience, y Josu, de Eureka Hot IV.