GARA > Idatzia > Kultura

Con «Diario de Greg: La ley de Rodrick» se cumple el tópico de las segundas partes no tan buenas

«Diario de Greg» fue una de las sorpresas del pasado año, a la que sigue una pronta secuela ya no tan genialmente divertida. Por lo menos mantiene los mismos personajes infantiles y a sus respectivos intérpretes.

p048_f03_31x44.jpg

Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

La divertidísima creación de Jeff Kinney merecía una adaptación cinematográfica a la altura de sus tiras cómicas, lo que logró el alemán Thor Freudenthal con «Diario de Greg», una genial comedia escolar que incluso superaba a la reciente adaptación francesa de «Le petit Nicolas», con la que coincide en su disparatado humor de patio de colegio.

Para la segunda parte, titulada «La ley de Rodrick», ha habido cambio de realizador, seguramente para tratar de no repetir esquemas. El responsable es ahora David Bowers, procedente del campo de la animación, donde ha dirigido los largometrajes «Astro Boy» y «Ratónpolis». Su elección se explica porque una de las señas de identidad de la franquicia es el intercalado de secuencias animadas, que son las que conectan a los personajes con los dibujos de los que proceden, ya que son muy elementales, casi como garabatos en una hoja de cuaderno escolar.

Sin embargo, en «La ley de Rodrick» la idea del diario escrito y dibujado por el niño protagonista cobra una dimensión multimedia. Greg y su amigo Rowley, otra vez encarnado por el sinpar actor infantil de peso Robert Capron, intentan grabar con su cámara uno de esos videos supuestamente graciosos y espontáneos que se cuelgan en internet, deseando hacer negocio con ello. La prueba que delata la fiesta que Rodrick, el hermano mayor de Greg, organiza en casa de sus padres sin permiso, son las imágenes tomadas en plena borrachera. El peligro de ser pillados en sus gamberradas con móviles u otros medios es una constante en la nueva entrega, la cual culmina con la fiesta de fin de curso.

Se supone que el número estelar debe ser la actuación del grupo de rock de Rodrick, llamado Löded Diper, pero el gordito Rowley comete el error de pedir a su amigo Greg que sustituya al asistente que le ha fallado para el gran número de magia. Los trucos de los pañuelos que salen de su boca, la paloma que aparece de la nada y la mujer cortada en dos se convierten en una involuntaria parodia que termina entre risas de los padres.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo