LAB ha pedido a Isabel Celáa, consejera de Educación del Gobierno de Lakua, que «dé un giro de 180 grados en su política de gestión» o que dimita. «Si el Departamento no es capaz, si no quiere o si no tiene voluntad para afrontar los retos de una forma consensuada con la comunidad educativa, ya sabe lo que tiene que hacer», insistió ayer el sindicato en rueda de prensa.

La central que dirige Ainhoa Etxaide, que junto a ELA y STEE-EILAS representa al 75% del profesorado público, recuerda que tanto los sindicatos CCOO y UGT como el propio Departamento «fueron castigados en las urnas y en las elecciones sindicales», mientras que las organizaciones que han denunciado la situación han recibido «un amplio respaldo y apoyo». El pasado curso, la administración y la minoría sindical firmaron un acuerdo laboral para el profesorado que supuso «la desaparición de muchos puestos de trabajo», lo que a juicio de LAB es «un ERE oculto».

Respecto a las sustituciones -que «se cubren a partir del quinto día en la mayoría de los casos»-, calcula que el alumnado ha perdido 120.000 horas lectivas debido a la falta de personas que suplan las bajas o ausencias. «Cada vez hay menos recursos y la calidad de la enseñanza sufre día a día un deterioro alarmante».

Las críticas, tanto por el fondo como por las formas, se extienden a los tres marcos que Lakua pretende «imponer» como «base de su sistema educativo: trilingüe, víctimas y Eskola 2.0. Son tres proyectos con intereses partidistas. El trilingüismo, sin hacer un buen análisis de la situación del euskara y castellano, está basado en un ataque contra el euskara; el de las víctimas para responder a sus ideas políticas y Eskola 2.0 realizado para la fotografía en la prensa».

Tras un curso 2010-2011 pleno de demandas sin respuesta positiva ni rectificaciones, a pesar de los contundentes resultados en las urnas, LAB ha llegado a la conclusión que «este Departamento de Educación sólo crea conflictos».

Por ello apunta que, de no mediar cambios, el primer trimestre del próximo curso será «movidito y bastante fuerte», ya que no va a dejar al alumnado de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa «a merced de los cálculos e intereses partidistas».

ESK repartió pinchos de chorizo ante el Hospital de Cruces para denunciar el «choriceo» que a su juicio supone el reparto de casi un millón de euros en incentivos para 125 directivos de Osakidetza. El parlamentario de EA Juanjo Agirrezabala pedirá hoy en la Cámara de Gasteiz explicaciones al respecto y la eliminación de estos bonus.