El Senado de Nueva York aprobó ayer, tras una semana de tensas negociaciones, la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, convirtiéndose así en el sexto Estado de EEUU, el más importante y más poblado de ellos, que permite tales uniones.

La legislación fue aprobada por 33 votos a favor y 29 en contra, durante una tensa votación en la que senadores demócratas y republicanos explicaron su voto, mientras en el exterior de la cámara esperaban partidarios y detractores de la medida.

El voto definitivo a favor correspondió al republicano Stephen Saland. Con anterioridad otro republicano, Mark Grisanti, expresó su opinión favorable a la iniciativa propuesta por el gobernador Andrew Cuomo. Entre las filas demócratas, se opuso el senador por el Bronx, el reverendo Rubén Díaz.

La ley, aprobada ya por la Asamblea Legislativa, controlada por los demócratas, necesitaba 32 de los 62 votos del Senado, de mayoría republicana, pasa ser aprobada.

El matrimonio entre personas del mismo sexo está permitido en Massachusetts, New Hampshire, Vermont, Connecticut y Iowa, Washington DC y Nueva York, mientras que California lo prohibió tras someterlo a referéndum.