Oier Eizmendi, alcalde de Leitza por Bildu, Lourdes Juantorena y Saioa Iraola declararon ayer en la Audiencia Nacional española ante el juez Pablo Ruz, por el arranque de las fiestas de la localidad, en el que hubo acciones de denuncia de la política carcelaria y de recuerdo a los presos vascos. Después de que la defensa refutara las acusaciones, los tres quedaron en libertad a la espera de ver si las evidencias llevan al archivo de la causa.

Alcalde y vecinas de Leitza estuvieron arropados por los parlamentarios forales de Bildu Maiorga Ramírez y Aitziber Sarasola, quienes denunciaron ante los medios el sinsentido y la «gravedad» de la imputación, que «no ayuda nada al nuevo escenario de paz al que queremos llevar a nuestro pueblo».

Oier Eizmendi, que estuvo asistido por la abogada Jone Goirizelaia, declaró durante aproximadamente media hora y manifestó que el programa de fiestas fue elaborado por una comisión en las que están representadas diversas asociaciones del pueblo, y aprobado posteriormente por la anterior corporación. El alcalde aseguró que no participó en ninguno de los actos en los que supuestamente se enalteció a los presos y que, según le comentaron después varios amigos suyos, el que consistía en un brindis ni siquiera llegó a celebrarse.

En relación a la presencia en la plaza de personas que reclamaron la repatriación de los presos y exhibieron algunas fotos, Eizmendi aseguró que no vio lo sucedido porque se encontraba dentro del Ayuntamiento, en unas dependencias que no tienen vistas a esa zona, como demostraron los planos presentados.

El alcalde de Leitza recordó al juez que como miembro de Bildu ha suscrito un documento de rechazo a la violencia.

El juez también tomó declaración a Lourdes Juantorena -que según la denuncia de la Fiscalía ese día llevaba una pegatina con la foto de la presa Jone Lozano- y Saioa Iraola -que portaba una camiseta con su imagen y pronunció unas palabras desde el balcón consistorial-. Ambas declararon que exhibieron la fotografía de una presa porque era su compañera en Bilgune Feminista y querían ensalzar su labor en el colectivo y contra la violencia de género.

Jone Goirizelaia recordó que para que haya delito debe haber enaltecimiento, y que ni al alcalde se le puede acusar de las acciones de terceros, ni a las otras dos personas por supuestas frases que ni siquiera figuran en la denuncia que presentó el fiscal.

Los tres acusado volvieron ayer a Euskal Herria libres.

Bildu denuncia manipulación

El presidente de EA en Nafarroa y portavoz de Bildu en el Parlamento, Maiorga Ramírez, y su compañera de grupo parlamentario Aitziber Sarasola acompañaron a los imputados hasta la Audiencia Nacional, y ante sus puertas declararon ante los medios que todo es un «montaje» que pretende «manchar la trayectoria de la coalición».

Maiorga Ramírez insistió en que «se trata de imputaciones que no tienen ni pies de cabeza, que son de chiste y que ten- drían gracia si no fuese porque tres ciudadanos de Euskal Herria navarros tienen que comparecer aquí para declarar ante una acusación grave y que es fruto de un montaje».

En su opinión, lo que se pretende con ello es «ensombrecer y poner palos en la rueda de un proceso que es irreversible, donde no cabe ningún tipo de violencia ni de ataque a los derechos civiles y sociales de la ciudadanía vasca». Pidió a las instituciones que estén «a la altura de las circunstancias».