Por una vez no hay posibilidad de comparar la película original con la nueva versión, ya que la realización israelí «Ha-Hov» permanece inédita en nuestro mercado, aunque la ópera prima de Assaf Bernstein fue premiada por la Academia de Cine de su país. Cuatro años después llega este remake producido y escrito en Hollywood por el inglés Matthew Vaughn, quien ha dejado la dirección en manos de su compatriota John Madden. Una procedencia a la que hay que sumar la de Helen Mirren, sobre la que recae la mayor responsabilidad interpretativa. Es su personaje el encargado de cerrar una intriga que se extiende a lo largo de tres décadas.

Encarna a una veterana agente del Mossad ya retirada y casada con un compañero de operaciones, quienes junto a un tercero gozan en Israel del estatus de héroes nacionales por la eliminación de un criminal de guerra nazi, conocido como El Cirujano de Birkenau. Vuelven a ser actualidad, porque la hija de la pareja presenta un libro donde se relatan los hechos, siempre de acuerdo con la verdad oficial.

Sin embargo, lo que «La deuda» muestra es una reconstrucción histórica que no se ajusta a lo que el trío ha hecho llegar a la opinión pública israelí. El pacto de silencio que mantienen los viejos colegas empieza a resquebrajarse cuando un periodista ucraniano descubre que uno de los internos de un hospital siquiátrico puede ser el genocida dado por muerto.

Ante el peligro de que el hallazgo salga a la luz, los tres veteranos agentes deberán reunirse de nuevo e improvisar una operación destinada a acabar el trabajo que quedó pendiente.

Contado así, el argumento puede parecer más o menos lineal, pero el montador Alexander Berner se ha encargado de complicar las cosas al máximo, con tal de mantener al espectador intrigado a lo largo de la proyección. Los saltos entre la acción que transcurre en el pasado de los 60 y la que acontece en el presente de los 90 no siguen un orden cronológico, e incluso determinadas escenas se repiten cambiando el punto de vista. Todo ello complica la búsqueda de la verdad, sin que el engaño se aclare hasta el final. La trama de falsedades lleva al planteamiento de un dilema moral por parte de los protagonistas, que son interpretados de mayores por Helen Mirren, Tom Wilkinson y Ciarán Hinds.

Los mismos papeles en su etapa juvenil, la relativa a la misión de secuestro del nazi en Berlín Este, recaen en Jessica Chastain, Martin Csokas y Sam Worthington. De dar vida al secuestrado se ocupa el danés Jesper Christensen, que trata de enfrentar sicológicamente entre sí a sus captores, hasta conseguir huir de ellos aprovechando un descuido.