Irán eleva el tono contra Turquía por aceptar el escudo de la OTAN
Irán alzó ayer su voz contra la decisión de Turquía de permitir el establecimiento del escudo antimisiles de la OTAN en su territorio. Las autoridades de la República Islámica multiplicaron sus críticas contra las «contradicciones» de la diplomacia turca aplaudida hasta ahora por Teherán, sobre todo debido a su endurecimiento hacia Israel.
Laurent MAILLARD (AFP) |
Irán ha acusado a Turquía de causar tensiones en la región al aceptar la instalación en su territorio de partes del escudo antimisiles de la OTAN y en este caso ha criticado a la diplomacia turca, con la que coincide en otras cuestiones.
«Esperamos que los países amigos y vecinos (...) no adopten políticas que generen tensiones que compliquen la situación», declaró el portavoz de Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, según la página web de la televisión estatal.
«La instalación de elementos del escudo antimisiles de la OTAN en Turquía no va a mejorar la seguridad ni la estabilidad en la región», agregó Mehmanparast, quien pidió a Ankara «una mayor vigilancia» cuando toma sus decisiones.
El Ministerio turco de Asuntos Exteriores anunció la semana pasada que Turquía, reticente durante mucho tiempo, había aceptado finalmente la instalación de un radar de alerta avanzada de la OTAN para detectar cualquier disparo de misil que amenace a Europa.
La Alianza y EEUU quieren desplegar un sistema de interceptación de misiles en Europa, oficialmente para hacer frente y protegerse de la amenaza que consideran creciente de lanzamiento de misiles de corto y medio alcance desde Oriente Medio, y más particularmente desde la República Islámica.
Este proyecto también inquieta a Rusia, que en diferentes ocasiones ha reclamado a la OTAN que abandone ese proyecto.
Teherán, que rechaza las acusaciones de las potencias occidentales, había criticado el lunes implícitamente la decisión tomada por Turquía, al afirmar que ambos países eran «capaces de garantizar completamente su propia seguridad sin intervención exterior».
Pero con posterioridad, responsables militares y parlamentarios iraníes han multiplicado sus reproches a Turquía, un hecho poco frecuente hasta la fecha, ya que, en materia de política exterior, Teherán ha hecho del acercamiento político y económico con Ankara una prioridad.
Presencia perjudicial
«La presencia de los americanos y de los occidentales en los países musulmanes es generadora de problemas y perjudicial», declaró el martes el ministro iraní de Defensa, Ahmad Vahidi, a la agencia Fars. «Los occidentales deberían saber (...) que nosotros no toleraremos ninguna agresión de ningún país contra nuestros intereses nacionales», advirtió.
Teherán consideraba hasta ahora a Turquía un aliado, ya que es uno de los pocos países de la región que se han negado a aplicar las sanciones occidentales contra la República Islámica por el programa nuclear iraní.
Además, las autoridades iraníes han aplaudido el reciente endurecimiento de la diplomacia turca hacia Israel, enemigo jurado de la República Islámica y que durante años ha sido un importante aliado de Ankara.
En otro plano, Irán y Turquía anunciaron a principio de año su intención de triplicar su comercio bilateral hasta los 30.000 millones de dólares, a pesar de todos los esfuerzos que insistentemente realizan las potencias occidentales para aislar a Teherán.
El comandante de la Base de Defensa Antiaérea Jatam al-Anbiya, el general de brigada Farzad Esmaili, afirmó el miércoles que el despliegue del escudo antimisiles de la OTAN en Turquía «no va a reforzar la seguridad para los países de la región, ni prevenir todos los ataques».
«Si bien las posiciones del pasado (de Turquía) habían aumentado las esperanzas en las naciones musulmanas, la decisión (relativa al escudo antimisiles de la OTAN) provoca serias dudas y gran incertidumbre», lamentó el miércoles el influyente diputado Esmael Kosari, integrante de la comisión de Relaciones Exteriores del Majlis (Parlamento iraní).
«Los países de la región no pueden aceptar una contradicción de este tipo», advirtió el parlamentario, quien pidió a Turquía que «reconsidere su decisión», so pena de que sus intereses se vean «amenazados».
Otro alto cargo iraní, Mohammad Deghan, miembro de la Presidencia del Majlis, consideró que la decisión de aceptar elementos del escudo antimisiles de la OTAN revela una «colusión oculta» de Ankara con las potencias occidentales.
A juicio de Deghan, la existencia de ese pacto de Ankara con Occidente en contra de Irán se evidencia también en el endurecimiento del tono por parte de Turquía contra Siria, principal aliado de la República Islámica en la región, lamentando que Ankara haya «unido sus esfuerzos a los de EEUU y los sionistas para golpear al frente de la resistencia» a Israel, en el que Damasco es el elemento clave.
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, declaró que el despliegue del escudo antimisiles de la OTAN en Turquía no refuerza la estabilidad y la seguridad en la región, ni proporciona una seguridad para el país euroasiático.