Una delegación del Congreso General Popular (CGP), partido gobernante en Yemen, viajó ayer a Riad, para pedir al presidente, Ali Abdallah Saleh, que sigue recuperándose en la capital saudí, que autorice al vicepresidente del país, Abdel Rabo Mansur Hadi, negociar con la oposición una salida a la crisis política.

Hasta ahora Saleh, contra el que a finales de enero comenzó una revuelta popular, ha rechazado transferir sus poderes a Mansur Hadi y firmar el acuerdo propuesto por las cleptocracias del Golfo Pérsico para la transición política del poder.

El viaje de la delegación del CGP a Yemen tuvo lugar tras una reunión en la que se discutió la «hoja de ruta» propuesta por la ONU para implementar la iniciativa de los países del Golfo y se decidió solicitar a Saleh que otorgue poderes limitados a su vicepresidente para que inicie un diálogo con la oposición sobre un mecanismo para transferir el poder.

Según el CGP, tan pronto como Saleh rubrique el acuerdo, Mansur Hadi organizaría elecciones y formaría el gabinete de transición con la oposición por dos años. en ese tiempo, él se mantendría como presidente interino y el Gobierno redactaría una nueva Constitución y dialogaría con los grupos armados.

La oposición acusa al CGP de «intentar ganar tiempo y engañar a la opinión pública», pero subraya que «la revolución está en marcha y nadie la detendrá».