De los programas necesarios, atractivos, sugerentes que pasan sin mucha gloria es el cultural de La 2 titulado «Miradas 2», que sigue en forma, es decir que se acerca a los fenómenos culturales peninsulares con rigor formal, apoyos literarios bien elaborados, y con la buena costumbre de hacerlo con imágenes originales, cosa que es de agradecer para no encontrarnos con los refritos de otras cadenas que no tratan con la misma categoría de producción los asuntos culturales.

El contenido de este espacio está compensado, por lo menos intentan acudir a fenómenos de toda índole en el ámbito de la cultura que escapen a lo más comercial, aunque tampoco se esconden de aquellos eventos que tienen mayor tirada popular. Tenemos que insistir muchas veces más, este tipo de programas, incardinados en la programación diaria, antes o después de los noticiarios, son imprescindibles para normalizar la cultura como algo al alcance de todos. Su audiencia, desgraciadamente, es minoritaria, pero suficiente para que se la puede considerar como importante de mantener en la parrilla.

En forma ha vuelto «El Intermedio», con el mismo formato, con la única incorporación de Dani Mateo, comentarista humorístico de noticias varias, que le confiere un plus de sarcasmo y que en las intervenciones del pasado miércoles diseccionó las declaraciones de Ramoncín de manera aguda y nos puso frente a la moda de las aplicaciones «de mierda» que se pueden bajar gratis en nuestros teléfonos de última generación. Los habituales, Wyoming, Beatriz Montañez, Usun Yun, Tais Villas, siguen en su línea, y la entrega de Gonzo, con los dos concejales dimisionarios del partido de extrema derecha Plataforma X Catalunya, fue antológico, porque simplemente colocando un micrófono y una cámara, haciendo preguntas a los dos interfectos, se recuerda, una mujer cuyo compañero es un subsahariano, y un varón cuyo novio es un dominicano que a su vez iba en las listas municipales de Salt, un pueblo cercano a Girona. El Follonero ya nos había deparado otra pieza memorable en «Salvados» con su presidente Josep Anglada. Son fenómenos sociales muy enmarañados muy intolerantes.