La siderúrgica Nervacero, de Trapagaran, ha presentado al comité un expediente de extinción de contratos para 73 trabajadores. Pertenece al grupo Celsa, cuenta con una plantilla de 480 trabajadores y se dedica a la fabricación de acero corrugado para el sector de la construcción y obra civil. Ha presentado dos ERE de suspensión de contratos en los últimos dos años.

Fuentes sindicales anticiparon que la dirección les planteó la retirada eventual del expediente, si el comité acepta un plan social que incluye desplazamientos de trabajadores y recolocaciones en otras empresas del grupo con condiciones laborales inferiores.

El comité de Nervacero se reunirá hoy para analizar la situación generada. Lo hará tras un paro de dos horas al que está llamada la plantilla, entre las 9,00 y las 11,00 horas, en demanda de la negociación del convenio, entre otros motivos. Los trabajadores de la fábrica vienen secundando paros parciales desde el pasado día 30 de agosto.

ELA rechazó el expediente de regulación y anticipó que pondrá todos los medios a su alcance para «defender todos los puestos de trabajo. Aquí no sobra nadie», según manifestó la central sindical. También denunció la actitud de la dirección porque, a su juicio, «sólo busca empeorar las condiciones laborales de todos los trabajadores» y llamó a la plantilla a movilizarse.

Preocupación en Eskirotz

La plantilla de BSH de Eskirotz sigue con «inquietud y preocupación» las negociaciones que la dirección y el comité llevan a cabo tras el anuncio de la compañía de rescindir 178 contratos, de una plantilla cercana a las 830 personas, unas reuniones a las que las partes acuden con «voluntad de llegar a acuerdos».

Así lo ha manifestó ayer la agencia Efe el presidente del comité de empresa, Iban Zelaia, de Solidari, quien explicó que en la reunión se fijaron las posiciones y se puso de manifiesto la necesidad de «minimizar las consecuencias de un expediente que los trabajadores consideran desorbitado y no ajustado a la realidad»

LAB-Metal considera que es «un sinsentido y un claro chantaje en aras a lograr mediante este elemento de presión, el objetivo no logrado hasta el momento, que no es otro que doblegar a la plantilla» y exigió la implicación de la consejera de Desarrollo Rural, Industria, Empleo y Medio Ambiente, Lourdes Goicoechea, «en defensa del empleo y en contra de este tipo de maniobras de las multinacionales».

En este sentido, el grupo parlamentario de Bildu en el Parlamento de Nafarroa se solidarizó con los trabajadores de BSH tras la presentación del expediente y precisó que «aparte de la preocupación por las imprevisibles consecuencias que genera entre toda la plantilla este tipo de medidas infundadas, hace que nuestro tejido productivo se resienta y no favorece el clima de confianza».

Indar, otros 140 a la calle

Por otro lado, en la empresa Indar de Beasain, que pertenece al grupo Ingeteam, se han planteado el despido de 140 trabajadores. El comité rechaza este expediente y ayer se concentraron ante la sede de la matriz del grupo en el Parque de Zamudio.