Por segundo día consecutivo, el miércoles la lluvia obligó a suspender la jornada en Flushing Meadows, con lo que ayer tuvieron que reanudarse los octavos de final masculinos que quedaron pendientes -Djokovic y Federer se habían clasificado ya antes del temporal, y esta pasada madrugada debían enfrentarse en cuartos a Tipsarevic y Tsonga respectivamente-.

Andy Murray fue el primero en resolver su partido por un claro 6-2, 6-3 y 6-3 ante Donald Young, y se enfrentará a John Isner en cuartos, tras el costoso triunfo del estadounidense ante el francés Gilles Simon en cuatro sets, tres de ellos resueltos en el tie break (7-6, 3-6, 7-6 y 7-6).

Rafa Nadal, que se despachó a gusto el miércoles contra los atropellos que a su juicio sufren los jugadores por imperativos de la organización, dio la vuelta a su partido ante Gilles Muller -que ganaba 3-0 en el primer set antes de la suspensión-, imponiéndose por 7-6 (7-1 en el tie break), 6-1 y 6-2. Su rival en cuartos será Andy Roddick, que vencía ayer a David Ferrer por 6-3, 6-4, 3-6 y 6-3.

La anécdota de este partido fue que debió desplazarse a una pequeña pista del complejo tenístico (la nº 13) debido a un problema de humedad en la cancha Louis Armstrong que obligó a interrumpir el partido durante una hora. Transcurrido ese tiempo Roddick volvió indignado a la cancha preguntando al juez-árbitro qué iban a hacer, y cuando supieron que la pequeña pista 13 -que no está equipada con el ojo de halcón- estaba libre, se dirigieron inmediatamente allí a continuar el partido.

En el cuadro femenino se disputaban los choques de cuartos de final y la australiana Samantha Stosur sorprendía a la rusa Vera Zvonareva -nº 2 mundial y finalista el año pasado- con un doble 6-3.

Serena Williams también pasaba a semifinales tras superar a Anastasia Pavlyuchenkova en dos sets, por 7-5 y 6-1.