Muamar Gadafi desmiente que haya abandonado Libia y llama a resistir
Muamar Gadafi lanzó ayer un mensaje para desmentir que hubiera huido a Níger y animar a la resistencia asegurando que sus fuerzas están preparadas para intensificar los ataques «en todas partes». Mientras tanto el Comité Nacional de Transición da por hecho el asalto a los últimos bastiones gadafistas. Reconoce que «la batalla no está ganada» y que además debe afrontar la batalla por su unidad.
GARA |
Muamar Gadafi lanzó ayer un mensaje para desmentir haber huido a Níger y animar a la resistencia. «Sólo les queda la guerra sicológica y las mentiras. Han dicho que han visto a Gadafi en un convoy hacia Níger», dijo a Arrai, una televisión árabe con sede en Damasco.
Para el Consejo Nacional de Transición (CNT) y sus aliados de la OTAN, el objetivo principal sigue siendo encontrar a Gadafi Pero el coronel ironizó en su mensaje preguntando «cuántos convoyes de contrabandistas, mercancías y gente entran en el desierto cada día hacia Sudán, Chad, Malí o Argelia. Como si fuera la primera vez que un convoy cruza hacia Níger».
Aseguró que «la OTAN va a ser vencida porque sus capacidades materiales no le permiten continuar interviniendo. Estamos preparados en Trípoli y en todas partes para intensificar los ataques contra las ratas y los mercenarios, que son una banda de perros».
El paso el lunes de un importante convoy de vehículos civiles y militares procedente de Libia hacia Agadez, una ciudad al norte de Níger, alimentó especulaciones sobre la huida del coronel. Niamey negó que Gadafi estuviera en su territorio, pero reconoció la entrada de varios vehículos. Como represalia, la embajada de Níger en Trípoli fue saqueada el miércoles.
Níger se comprometió a examinar caso por caso las demandas del CNT de entregar a cargos del régimen de Gadafi refugiados en su territorio. Además, el CNT ha pedido que impida la entrada de Gadafi o su familia, una preocupación que comparte Estados Unidos, para cuyo embajador en Libia el hecho de que siga en libertad constituye «un peligro» para el nuevo poder y su intento de construir un nuevo gobierno. Pero según el Departamento de Estado, ninguna de las personas que pasaron a Níger figura entre su lista de sancionados.
«La batalla no está ganada»
Mientras el CNT controla la mayor parte del país, sus nuevas autoridades se implantan en el país. El número dos del CNT, Mahmud Jibril, llegó el miércoles a Trípoli por primera vez desde la caída de la capital, lo que había alentado las especulaciones sobre un posible fisura entre el mando militar y el político, que Jibril desmintió. Además, reconoció que «la batalla aún no está ganada».
El CNT espera el fin del ultimátum mañana a los bastiones de Sebha, Sirte y Bani Walid para que se rindan. «Tenemos tres retos por delante: el primero es la batalla contra nosotros mismos. Debemos tener la habilidad para olvidar el pasado y construir el futuro juntos, porque es lo único que nos puede ayudar», afirmó Jibril. «El segundo es saber que no podemos cambiar el pasado y ser capaces de reconciliarnos. Debemos elegir entre mirar hacia atrás y caminar hacia delante», insistió.
«Y el tercero, que no podemos olvidar que aún existen ciudades en poder del antiguo régimen. Quizá hay que gente que piensa que todo ha acabado y el antiguo régimen ha desaparecido», resaltó.
El jefe del CNT dio a entender que el proceso negociador para la entrada pacífica en Sebha, Sirte y Bani Walid ha fracasado. «Tenemos derecho a defendernos incluso antes del próximo sábado. Nos hemos esforzado para impedir un derramamiento de sangre, pero no parece que la otra parte esté dispuesta a evitarlo», subrayó.
Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía no prevé que las exportaciones de petróleo puedan recuperar su nivel anterior a conflicto antes de 2013. Mientras, aumenta el apetito de las empresas por la «reconstrucción». La italiana Eni, la francesa Total o la española Repsol son las mejor colocadas.
La izquierda abertzale destacó su apoyo a la soberanía nacional de los pueblos y su rechazo a las injerencias extranjeras, ante el desarrollo de la guerra libia, «alentada y apoyada por potencias occidentales y principalmente en base a los intereses de estados con prácticas neocolonialistas como Francia, Reino Unido o los Estados Unidos».
Así, destacó el principio del derecho a la libre determinación de los pueblos y «a una sociedad justa, democrática y en paz. En este sentido apoyamos el derecho a la libertad, la justicia y la rebelión contra la tiranía reclamado por las clases populares en todo el Magreb frente al nepotismo de sus dirigentes». En segundo lugar, subrayó el principio de soberanía nacional e independencia frente a agresiones extranjeras rechazando la política de las potencias occidentales «que bajo la excusa de `apoyo al movimiento rebelde' lo único que han buscado es hacerse con el control del negocio sobre los recursos económicos del país». Recuerda, en este sentido, que el Estado francés, Gran Bretaña o EEUU han apoyado al coronel Gadafi cuando políticamente y económicamente les interesaba, mientras ahora, «antes mejores socios le dan la espalda».
También defendió el principio de no intervención y no injerencia oponiéndose a la intervención de la OTAN «bajo el falso mantra de la supuesta intervención humanitaria». Igualmente, mostró su rechazo al saqueo de las riquezas naturales de los pueblos. Finalmente, defendió la búsqueda de una solución dialogada, lamentando que no se haya hecho caso a las propuestas de actores como la Unión Africana. GARA
La Unión Africana ha pedido al CNT que se desmarque de la persecución contra la población negra. «Se mata negros, se deguella negros, se acusa a los negros de ser mercenarios. ¿Es normal en un país que cuenta un tercio de negros? cuestionó su presidente, Jean Ping.