LUZ VERDE A KUTXA BANK
Fernández (BBK) considera «legítimas y apropiadas» las demandas de Bildu
El presidente de BBK, Mario Fernández, destacó en la asamblea de la caja vizcaina el papel jugado por Bildu para alcanzar un acuerdo y consideró «legítimas y apropiadas» las acotaciones que puso en el acuerdo de novación, que será votado en una asamblea de octubre. El apoyo a Kutxa Bank en las asambleas de BBK y Vital supuso el 93,8% y el 94,7% respectivamente. Sólo hubo ocho rechazos y tres abstenciones en total.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Mario Fernández, presidente de BBK, señaló que «es un día histórico», lo mismo que Carlos Zapatero, presidente de Vital, quien añadió de «trascendental» esta jornada. Las asambleas de BBK y Vital apoyaron por una amplia mayoría, del 93,8% y el 94,7% respectivamente, la integración en Kutxa Bank. En octubre, una vez que Kutxa vote el próximo viernes 23 de setiembre, se votará el «Acuerdo de Novación» acordado entre los presidentes de las tres cajas.
Kutxa Bank será la cuarta caja y la octava entidad del sistema financiero español. Prevé unos beneficios superiores a los 800 millones en 2015, según anticipó Mario Fernández.
En su intervención, el presidente de BBK manifestó su satisfacción por la adhesión de Bildu, que permite -como expresó ante los compromisarios- que nazca «con el apoyo de prácticamente todas las sensibilidades relevantes del país». Además consideró «legítimas y apropiadas» las acotaciones que Bildu planteó al «acuerdo de novación» y que, a juicio de Fernández, no distorsionan el proyecto de integración, aunque sí «aportan otros matices».
«Espaldarazo»
Carlos Zapatero, en la asamblea de Caja Vital, calificó la jornada de «histórica y trascendental», porque supone «el espaldarazo necesario para una operación que, de llevarse a cabo definitivamente, dará como resultado la cuarta caja de ahorros y la octava institución financiera por volumen de activos, abierta, además, a futuras oportunidades de crecimiento».
Zapatero recordó que «el actual contexto económico ha llevado al mayor proceso de concentración en la historia del sector financiero». Fue, sin embargo, el presidente de BBK quien más valoró el acuerdo con Bildu. Remarcó que «el nuevo texto se refiere de manera inequívoca al mantenimiento y compromiso de la obra social, cuya responsabilidad exclusiva detentarán las cajas, cuyos órganos la definirán y gestionarán en cada Territorio Histórico».
En cuanto a la posibilidad de alterar el accionariado de Kutxa Bank, Mario Fernández reconoció que «se ha convenido que para ello sería necesario el consentimiento de los consejos de administración y las asambleas generales de las tres cajas», a menos que por imperativo legal se vean obligadas a modificar este acuerdo.
También recordó que el nuevo texto compromete a Kutxa Bank a aceptar la decisión de los trabajadores sobre el ámbito de negociación. El presidente de BBK admitió que es «una cuestión en la que existen diversas posiciones en las organizaciones sindicales representativas de los trabajadores de las tres cajas, que, concluido este proceso, en su inmensa mayoría, pasarían a tener dicha condición en Kutxa Bank».
Por ello, el máximo responsable de la caja vizcaina reconoció que «es obvio que el texto incluido no zanja definitivamente dichas diferencias, pero nos parecía sencillamente imposible que no se hiciera la manifestación en los términos que he transcrito, esto es, la relativa a aceptar la decisión de los trabajadores, que se arreglen entre ellos y nosotros aceptaremos». En realidad estos extremos se tendrán que vehiculizar cuando se negocie el convenio propio de Kutxa Bank.
Las asambleas de BBK y Vital contaron con una expectación especial. Mario Fernández llegó dieciocho minutos antes de la cita acompañado de su esposa. Estaba serio, pero reconoció a algunos de sus más cercanos colaboradores que «se encontraba satisfecho» porque había conseguido integrar en el acuerdo a la gran mayoría de los representantes de la sociedad vasca.
Ante los compromisarios, explicó que la fórmula del Sistema Institucional de Protección (SIP) «permite la subsistencia de las tres cajas, con su plena personalidad jurídica y con sus propios órganos diferenciados, constituidos en el modo que resulte de la legislación propia aplicable en cada momento» y, añadió que «permite mantener lo esencial: las cajas y su alma».
«Inaceptable para BBK»
A su juicio, si se hubiera adoptado la fórmula de la fusión caliente, como hizo su predecesor en sus dos intentos fallidos, se tendría que «hacer en términos paritarios, lo que sería inaceptable para BBK» y, por otro lado, «se extinguen las cajas, desaparecen. Punto».
Sin embargo, en el acuerdo de fusión al que llegaron en 2005 los ex presidentes Carlos Etxepare (Kutxa), Xabier Irala (BBK) y Gregorio Rojo (Vital) no se aplicó esa fórmula paritaria, sino una distribución del 35%, 50% y 15%. En la actualidad, el reparto accionarial acordado es del 57% para BBK, 11% para Vital y 32% para Kutxa. Esto supone que en el consejo de administración de Kutxa Bank se sentarán veinte miembros de los cuáles 12 serán de BBK, 6 de Kutxa y 2 de Vital.
Como explicó en la asamblea Mario Fernández, el presidente ejecutivo de Kutxa Bank será designado por BBK, mientras que los vicepresidentes primero y segundo corresponderán a Kutxa y Vital, respectivamente.
Por otro lado, tanto Carlos Zapatero como Mario Fernández destacaron que la integración de las tres cajas en un banco supone contar con 1.300 oficinas y 9.000 empleados. «El nuevo banco vasco mantendrá su liderazgo en banca minorista en sus territorios tradicionales», precisó el presidente de Vital, quien añadió que «el mayor músculo financiero y la homogeneización de procesos permitirán disponer -una vez que se sume Kutxa- de mejores y más compe- titivos productos y servicios financieros».
Arantza Urkaregi, compromisaria de la izquierda abertzale, recordó a la entrada de la asamblea de BBK que la integración de las cajas en Kutxa Bank «es de enorme importancia, porque va a a influir en el futuro de Euskal Herria, en el desarrollo socioeconómico y en las condiciones de toda la ciudadanía vasca».
Remarcó, sin embargo, que la importancia del tema «exigía un debate social, que no ha habido y nos parece criticable».
Urkaregi reconoció que, en principio, la izquierda abertzale apostó por la fusión de las cuatro cajas, incluida la navarra CAN, para «crear una caja social fuerte». Precisó que «nuestra propuesta no era ni es crear un banco pero, en estos momentos, vemos que la decisión del banco estaba tomada. Los tres consejos de administración habían decidido esa fórmula de segregación del negocio financiero al banco y, en esa medida, creemos que las negociaciones de las últimas semanas con Bildu han supuesto poner freno a los riesgos que tenía el banco».
Destacó los tres temas de negociación que se han resuelto satisfactoriamente para la izquierda abertzale: «No a la privatización, garantías de la obra social y el marco de relaciones laborales». A su juicio, «hay un compromiso en el articulado que no se privatiza, hay garantías para ello». Arantza Urkaregi precisó que el tema del marco laboral es el que «no se está cumpliendo», porque ha firmado «con CCOO un convenio estatal». Llamó a respetar el acuerdo, pero dijo que «aquí no acaba nada, sino que día a día habrá que reivindicar y trabajar». Apostó por seguir trabajando «por un sistema financiero vasco público». Juanjo BASTERRA
El secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, acusó a ELA y LAB de plantear «la exclusión» en la aplicación del convenio de «una parte de la plantilla» de la futura entidad Kutxa Bank, resultante de la integración de las cajas vascas, por un motivo de «influencia y poder sindical».
Ante los medios de comunicación, explicó los detalles del acuerdo laboral alcanzado por CCOO, Pixkanaka y Grupo Independiente Vital con BBK, Kutxa y Vital en el marco laboral. Sordo criticó a ELA y LAB por preferir el ámbito vasco al estatal en la negociación colectiva. A su juicio, estos sindicatos se mueven «por un motivo de influencia y poder sindical» al entender que no tendrán «audiencia electoral» entre los trabajadores de la futura entidad fuera de Hego Euskal Herria, mientras que el responsable de Comfia CCOO de Euskadi, Patxi Ruiz, censuró la postura de las centrales vascas por «su voluntad de excluir al 40% de la plantilla, la que opera en las oficinas de las cajas de fuera de Euskadi», dijo.
ELA, por su parte, precisó ayer en las asambleas de BBK y Vital que «Bildu debería de dar por roto su acuerdo con BBK, Kutxa y Caja Vital para la fusión de las cajas si la coalición abertzale considera que las direcciones de estas entidades se comprometieron a respetar la decisión de los trabajadores respecto al ámbito de la negociación colectiva».
A la vez, destacó que el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, se felicitó de la propuesta del sindicato en favor de la celebración de un referéndum vinculante entre los trabajadores de las cajas, por lo que dijo que los responsables de éstas «deben respetar su resultado, porque es lo acordado». ELA entiende que «si Garitano y Bildu consideran que las cajas se comprometieron a eso deberían dar por roto su acuerdo con las cajas», puesto que , a su juicio, «hay suficiente evidencia de que éstas han acordado negociar un convenio de ámbito estatal sin realizar ningún referéndum en el ámbito vasco».
En las dos asambleas de ayer el comportamiento de los representantes sindicales llamó la atención. ELA rechazó la integración de las cajas vascas en Kutxa Bank, igual que Aralar y EB, mientras que el representante de LAB en BBK votó en contra y, en cambio, en Gasteiz se abstuvo, junto a los dos representantes de un grupo cultural independiente. En el conjunto de las dos asambleas sólo 8 de los 193 votos fueron en contra. Juanjo BASTERRA
