El sindicato ELA mostró ayer su compromiso de «sumar» con quienes quieran trabajar por la resolución de las consecuencias del conflicto y por el reconocimiento del derecho a decidir de la ciudadanía vasca. Su secretario general, Adolfo Muñoz, mostró su confianza en las posibilidades de mover el escenario político que puede tener la mayoría sindical vasca, por cuanto «no está subordinada a los intereses partidistas» pero sí tiene una gran «capacidad política».

Muñoz señaló que observa que en este momento la labor por la normalización y el derecho a decidir de los partidos se está mezclando con intereses electorales, por lo que apeló al trabajo de la mayoría sindical.

El secretario general de ELA, Txiki Muñoz, y la vicesecretaria general, Amaia Muñoa, se entrevistaron con el lehendakari, Patxi López, en el marco de la ronda que éste ha organizado tras la decisión de ETA de poner fin a su actividad armada definitivamente. Según apuntó Muñoz a la salida de la reunión, el sindicato le pidió al lehendakari que asuma su liderazgo, después de un tiempo en el que ha estado «fuera de juego».

ELA se sitúa en el terreno de juego marcado por la Declaración de Aiete y entiende que, una vez de que ETA ha cumplido la exigencia que se le hacía, les corresponde a los estados francés y español adoptar decisiones para la resolución de las consecuencias del conflicto.

Txiki Muñoz detalló la necesidad de dar «pasos en política penitenciaria, empezando por humanizarla, poner fin a la llamad `doctrina Parot', la restauración de los derechos de todas las víctimas y acabar con las leyes de excepción» puestas en marcha alegando la existencia de la violencia de ETA. El secretario general de ELA recordó que «un Estado que es capaz de cambiar su Constitución en quince días, como hizo recientemente, tienen instrumentos suficientes para dar cumplimiento desde ya a lo planteado en la Declaración de Aiete».

En su condición de sindicato, ELA también tuvo tiempo durante el encuentro con el lehendakari para criticar las «políticas de derechas» que viene desarrollando el Gobierno de Lakua, y para decirle a Patxi López que el proyecto de presupuestos que ha planteado es «inmoral», por aplicar recortes precisamente a quienes mayores necesidades tienen entre la ciudadanía.