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Transantartika 2011

Un siglo después, a tomar el testigo de la aventura de Amundsen

Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza partirán el próximo 11 de noviembre para iniciar la travesía que les llevará a conquistar el Polo Sur, cruzando la Antártida, gesta que en su día realizara el explorador noruego Roald Amundsen. Tras alcanzar el Polo Norte esta primavera, los tres montañeros vascos se embarcan en el más dificil todavía, en una empresa de una dificultad y riesgo extremos.

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Mikel PASTOR | BILBO

El 14 de diciembre de 1911 el noruego Roald Amundsen se convertía en el primer hombre en pisar el Polo Sur después de Robert Falcon Scott en la alocada carrera que ambos mantenían por lograr ese honor.

Un siglo después, los exploradores vascos Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza se embarcarán en la misma aventura en busca de los 90 grados de latitud. Se trata de una expedición que pretende mantener el «espíritu épico y de autenticidad» de aquella expedición noruega, según desvelaron ayer los propios montañeros.

Tras alcanzar el Polo Norte esta primavera, los tres alpinistas vascos buscarán nuevos retos y aventuras en el continente antártico. Así las cosas, probarán algunas nuevas experiencias, como la escalada, principalmente en el monte Holtanna, de 2.650 metros de altitud.

Esta actividad se efectuará en un entorno denominado «Tierra de la reina Maud», donde se encuentran algunas de las formaciones rocosas más espectaculares del planeta.

Siguiendo la senda de Scott

En la rueda de prensa en la que presentaron la expedición, los tres montañeros se refirieron a los miedos y retos que tendrán que afrontar en esta penúltima aventura.

Alberto Iñurrategi inició su alocución recordando las hazañas de Amundsen, y no quiso olvidarse de Scott ni de sus compañeros, fallecidos en una expedición similar a ésta. Remarcó la «importancia de volver de una expedición», cosa que, en ocasiones «queda en un segundo plano aunque a veces sea lo más duro».

Apuntó que la coincidencia de la expedición con el centenario de la coronación de Amundsen «es una casualidad y anecdótico», aunque destacó que ese dato «puede ser otro acicate en busca de nuestra meta».

El aretxabaldarra subrayó que ellos «no van a explorar nada» puesto que van a realizar una ruta ya conocida, remarcando el valor de todos los que consiguieron abrir ese camino, entre ellos, un Scott que estuvo muy presente en toda la exposición del montañero guipuzcoano.

«La experiencia de Groenlandia nos resultó especialmente satisfactoria», confesaba Alberto Iñurrategi sobre la expedición que realizaron los tres protagonistas la pasada primavera. En ese aprendizaje, destacó «la utilización de las cometas para facilitarnos el transporte en situaciones difíciles».

A continuación, desveló la ruta que les llevará desde Ciudad del Cabo hasta la costa antártica. De allí, iniciarán su aventura hacia el sur del globo, para después buscar la salida por el lado sudamericano. Terminarán su arriesgada aventura en Punta Arenas (Chile), como primera escala antes de regresar a casa.

Por último, destacó la belleza y la dificultad de su proyecto, y confesó sentirse «halagado» por el mero hecho de poder tomar parte en la expedición.

Mientras tanto, Mikel Zabalza afirmó sentirse «afortunado» doblemente, por una parte, por tener a Iñurrategi y a Vallejo de compañeros de viaje, y por otra, por tener la oportunidad de afrontar «una aventura con tantas incógnitas e incertidumbres», lo que les hace sentirse «más vivos que nunca».

El montañero alavés Juan Vallejo, por último, confió en que todo salga bien, y que esto, a su vez, ayude a que «haya futuras expediciones».

Ayer se dio el primer paso, por tanto, para una aventura apasionante que seguro llevará a nuestros montañeros al límite de su resistencia. Zorte On.

regreso

Iñurrategi subrayó durante toda la exposición la importancia del «regreso» en las expediciones, esa vuelta que en muchas ocasiones es subestimada.

Una auténtica casa en la mochila de cada uno

Los tres montañeros vascos revelaron que llevan víveres para alrededor de 70 días. «Llevar menos hubiera sido peligroso, imprudente, y llevar más kilos nos hubiera retrasado mucho en el día a día por el peso de las mochilas», explicaba Iñurrategi. Ese avituallamiento estará distribuido en bolsas, una por día, que contendrán desayuno, comida y cena. Se calcula que cada expedicionario podría arrastrar en su mochila alrededor de 170 kilos.

En cuanto a la dieta, los nutricionistas han calculado un consumo de 4.000 calorías los días que las cometas les ayuden y de 6.000 cuando tengan que arrastrar los trineos por sí mismos. Por eso, se ha decidido equilibrar y apostar por las 5.000 calorías diarias. Cada uno de ellos llevará alrededor de 84 kilos de alimentos en sus respectivas mochilas, que serán consumidas a razón de 1,2 kilogramos diarios.

Por último, destacar que las cometas que utilizarán para desplazarse con ayuda del viento serán de tres tamaños diferentes (12, 6,8 y 6 metros) y muy parecidas a las que ya usaron en su experiencia en Groenlandia la primavera de este mismo año. M.P.

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