La euforia que siguió a los acuerdos de la cumbre europea dio paso a una jornada de reflexión en la que se debatían los detalles del funcionamiento del fondo de rescate, las consecuencias de la elevación del porcentaje de capital de alta calidad hasta el 9% en los bancos y la digestión del impago de 100.000 millones de euros por parte de Grecia. Europa se salvó por la campana, pero todavía se tambalea a la espera de que se hagan efectivas todas las medidas aprobadas. En esta línea de máxima tensión se pudo ver cómo la prima de riesgo de los estados periféricos no se desinfla y que la rentabilidad del bono italiano alcanzó el 6%. Pese a todo, las buenas expectativas generadas por el apoyo a la estabilidad del euro mantuvieron a los índices no muy alejados de la línea de salida. El Ibex cerró la semana en los 9.224,40 puntos, después de perder un 0,50%. En los últimos cinco días ha sumado un 4,20%. París cedió un 0,59% y Londres un 0,20%, mientras que Fráncfort se desmarcó al ganar un 0,13%. En el Ibex, las mayores ganancias fueron para Ebro Foods (+3,35%) y Técnicas Reunidas (+2,26%). Los bancos prosiguieron con los avances, pero con menos agitación. Destacaron Popular (+1,78%) y Caixabank (+1,27%), tras presentar sus cuentas, y BBVA (+0,90%). Tan sólo Santander (-0,19%) frenó la marcha. Entre los perdedores, Amadeus (-2,64%), Gamesa (-2,56%) e IAG (-2,50%) fueron los más castigados. En París, el sector financiero no alteraba el paso alcista. Crédit Agricole (+3,67%), BNP Paribas (+3,47%) y Société Générale (+1,27%) terminaron entre los mejores.