Los militantes de la oposición en Siria instan ya desde su Facebook a que la llamada «comunidad internacional» imponga una zona de exclusión aérea, como hizo en Libia, «para permitir al Ejército Sirio Libre que actúe con mayor libertad».

El Ejército Sirio Libre es un grupo armado compuesto por desertores del Ejército regular y cuya creación fue anunciada en julio desde un campo de refugiados en Turquía por el coronel Riad al-Assad. Este grupo se ha prodigado en las últimas semanas en la intensificación de los ataques contra puestos y convoyes de las fuerzas de seguridad del régimen.

A nadie se le escapa la importancia del hecho de que Turquía esté permitiendo que su suelo sea usado como retaguardia por este grupo contra Siria, uno de sus principales aliados hasta fechas recientes. Ankara se limita a justificar la presencia de estos hombres armados en su territorio por razones humanitarias.

El grupo ha reivindicado la muerte esta semana de nueve soldados en un ataque en el centro del país.

Los analistas consideran que la actual dimensión y capacidades del grupo armado no supone una amenaza a corto plazo para el régimen de Bashar al-Assad. El establecimiento de una zona de exclusión aérea, y su eventual utilización para castigar a las Fuerzas Armadas sirias supondría, sin embargo, un giro en la situación que los militantes opositores que intentan socavar el régimen tratan de impulsar desde internet. Ayer mismo hicieron un llamamiento a la población a manifestarse, coincidiendo con el viernes de rezo musulmán, a favor de la intervención extranjera.

Escalada del conflicto

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos cifró en una cuarentena los muertos ayer por la represión de las manifestaciones en los principales feudos de la revuelta de Homs y Hama.

La agencia oficial Sana informó de que decenas de miles de personas salieron a las calles de la ciudad costera de Lataquia para protestar contra toda injerencia extranjera.

El Estado francés anunció una posible nueva reunión del Consejo de Seguridad para intentar aumentar la presión sobre Damasco. El Estado español convocó al embajador sirio para denunciar la persecución de sirios refugiados en Madrid.