Pese a la tregua dada por Bruselas, Berlusconi vive sus horas más bajas
Pese a la palmada de espalda que le dio Bruselas tras cumplir «in extremis» las pautas marcadas por Nicolas Sarkozy y Angela Mercel para hacer frente a la crisis, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, vive sus horas más bajas, con un Gobierno que hace aguas.GARA |
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, rechazó ayer las crecientes especulaciones de que su frágil coalición de centroderecha podría colapsar pronto, prometiendo nuevas reformas mientras la presión de los mercados llevó a un récord los costes de deuda en Italia.
Berlusconi sostuvo que su alianza con la Liga del Norte, cuyo líder, Umberto Bossi, se ha mostrado escéptico acerca de la supervivencia de la coalición de Gobierno, sigue siendo sólida.
«Hay una necesidad absoluta de estabilidad política y Bossi cree exactamente lo mismo que yo. El pacto que tenemos con la Liga nunca se puso en discusión», insistió. Para el primer ministro, «no existe otra alternativa política creíble».
Mientras Italia se sumerge en la crisis de deuda de la zona euro, las tensiones en el Gobierno, plagado de escándalos, se agudizaron, provocando especulaciones sobre un posible colapso, que desencadenaría en la convocatoria anticipada de elecciones en 2012.
Esta semana, la Liga Norte rechazó la propuesta para aumentar la edad de jubilación a 67 años, lo que provocó tensas y prolongadas negociaciones antes de llegar a un acuerdo a tiempo para la cumbre celebrada en Bruselas el miércoles.
Una carta sin firma
Una carta sin firma presuntamente escrita por miembros disconformes del gobernante PDL y difundida el jueves reclamó la dimisión de Berlusconi, aunque esto fue rechazado por el líder de la formación, Angelino Alfano, como una «mentira».
El mandatario dijo que el paquete de medidas presentado en Bruselas había sido bien recibido por los socios de la UE, que presionan a Roma para que responda urgentemente a la necesidad de contener su deuda de 1,9 billones de euros y reactivar la debilitada economía.
Pero las propuestas, que incluyen elevar la edad de la jubilación, facilitar el despido de trabajadores y un permiso para colocar a empleados públicos en un esquema especial de despidos, desataron la oposición de los sindicatos, hasta el punto de que hay dudas de que puedan ser aplicadas.
En la turbia atmósfera política italiana, se especuló con que el paquete podría formar parte de un acuerdo entre Berlusconi y Bossi para mantener como sea el Gobierno hasta fin de año antes de convocar elecciones en primavera.
Ayer, Berlusconi rechazó esa sugerencia porque, según argumentó, una campaña electoral en medio de la crisis actual sería «muy dañina para Italia».
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se enfrenta a varios escándalos sexuales, algunos con menores, y al malestar de empresarios, que denuncian «la falta de credibilidad» del Gobierno.