GARA > Idatzia > Iritzia> Paperezko lupa

Maite SOROA | msoroa@gara.net

Satisfechos ante la impunidad

Los jueces del Supremo, guiándose una vez más por su manual, absolvieron a los guardias civiles que la Audiencia Provincial de Gipuzkoa había condenado por torturar a Igor Portu y Mattin Sarasola, y los medios de la derechona, siempre tan solícitos cuando de dar cobertura a esta práctica se trata, no ahorraban ayer en muestras de alegría. Así, en «ABC» afirmaban en un punto editorial que con la absolución «el Tribunal Supremo cierra un episodio judicial construido exclusivamente sobre las mentiras de ETA y que ha servido para cuestionar la determinante labor que vienen desarrollando los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad contra la banda». Puestos a buscar mentiras, más le valdría mirar en su propia casa. Los de Vocento insistían: «El Alto Tribunal desmonta las falacias de los terroristas -pertenecientes a su manual de actuación- en una sentencia de más de cincuenta folios que representa un espaldarazo a la actuación policial en su lucha antiterrorista». Lo que supone la sentencia es un espaldarazo a la práctica de las torturas. Pero supongo que el editorialista de «ABC» se refería a eso. Y antes de concluir, lanza otra frase para enmarcar: «el fallo del Supremo disuelve cualquier tipo de duda sobre la eficacia y la ética policial». Sobre la «ética policial» servidora nunca ha tenido duda, como la inmensa mayoría de este país.

Otro que tampoco ocultaba su satisfacción era el editorialista de «El Mundo», quien, por supuesto, sostenía que «el razonamiento del Supremo resulta coherente y consistente», de modo que, señalaba, «la cuestión es por qué la Audiencia de San Sebastián condenó a los agentes con unos indicios tan endebles. Cabe la sospecha de que los magistrados pudieron sentirse presionados por la izquierda abertzale, que utilizó este caso para intentar desacreditar a la Guardia Civil». No, endebles son los fundamentos periodísticos de quienes escriben estas melonadas. Y la Guardia Civil lleva más de siglo y medio desacreditándose a sí misma a base de barbaridades como las que cometieron contra los dos lesakarras. Y puestos a sospechar, servidora sospecha que a algunos plumillas les da igual que se torture si el sargento de turno les pasa la mano por el lomo. A estas alturas no engañan a nadie.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo