El jefe de inteligencia de las FARC asume el liderazgo tras la muerte de Cano
El jefe de inteligencia de las FARC Rodrigo Londoño, más conocido como «Timoleón Jiménez» o «Timochenko», ha asumido el liderazgo de la guerrilla tras la muerte de «Alfonso Cano» en un operativo. Subrayó que «pierden su tiempo quienes sueñan con la claudicación».
GARA | BOGOTÁ
Rodrigo Londoño, alias «Timoleón Jiménez» o «Timochenko», es el nuevo jefe de las FARC, tras la muerte en un operativo del Ejército de «Alfonso Cano». Médico de profesión y experto en inteligencia y contrainteligencia, mantiene «muy buenas relaciones y alianzas» con el ELN.
El nuevo comandante, nacido el 22 de enero de 1959 en Calarcá, en el Eje Cafetero, se unió a la guerrilla en 1982. En 1990, pasó a formar parte del Secretariado de las FARC, órgano directivo de la guerrilla, después de haber recibido entrenamiento militar en la ex Yugoslavia.
En un comunicado difundido por la Agencia Bolivariana de Prensa y colgado en resistencia-colombia.org, portal de internete que, posteriormente, fue bloqueado, las FARC aseguraron que «pierden su tiempo y alucinan quienes sueñan con la claudicación y desmovilización de la guerrilla». Afirmaron también que la designación de «Timochenko» garantiza «la continuidad del plan estratégico hacia la toma del poder para el pueblo».
En alusión al fallecimiento de «Alfonso Cano», consideraron que «esos pobres analistas y políticos mediocres, aduladores del poder, que hoy hablan del derrumbe de las FARC ante la muerte del comandante, son tan ignorantes que ni siquiera merecen el gesto de nuestro desprecio».
Remarcaron que «no se resquebrajó el mito de Cano, que era el más ferviente partidario de la solución política y la paz».
En un anterior comunicado emitido tras conocerse la muerte de «Alfonso Cano» y en respuesta al presidente, Juan Manuel Santos, que les dio a elegir entre «entregar las armas o acabar en una tumba», reiteraron que «desmovilizarse es sinónimo de inercia, es entrega cobarde, es rendición y traición a la causa popular y al ideario revolucionario que cultivamos y luchamos por las transformaciones sociales, es una indignidad».
La desaparición de «Cano» y el nombramiento de «Timochenko» han generado todo tipo de análisis y comentarios sobre el futuro más inmediato de la guerrilla. Para Nuevo Arco Iris, organización que analiza el conflicto colombiano, «el diálogo por ahora es difícil; las FARC no van a negociar sentados sobre el cadáver de un `Cano', van a esperar».
El ex jefe de las FARC «Alfonso Cano», abatido en un operativo del Ejército, fue enterrado el martes en un cementerio a las afueras de Bogotá. La cadena de televisión colombiana Caracol mostró la imagen de un féretro, que presuntamente contenía el cuerpo del líder guerrillero.
El doctor en Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia y experto en el conflicto armado, Alejo Vargas subrayó que «la muerte de Cano es importante más por su valor simbólico», pero recordó que «sigue siendo una guerrilla con unos 8.000 miembros».
