Reclaman a París un proceso político de resolución en Ipar Euskal Herria
El movimiento abertzale de izquierda de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa en su conjunto ofreció ayer su análisis sobre la Declaración de Aiete. Constatan dos aspectos de gran relevancia en lo que respecta a Ipar Euskal Herria: la interpelación que se realiza a París y el planteamiento de una resolución integral, lo que evidencia que «aquí hay un pueblo, un conflicto y dos estados implicados».
Arantxa MANTEROLA | BAIONA
Justo al mes de haberse hecho pública la Declaración de Aiete, representantes y militantes del conjunto del movimiento abertzale de izquierda de Ipar Euskal Herria comparecieron ayer en Baiona para ofrecer su análisis, en particular, en lo que respecta a los tres herrialdes y el Estado francés, «donde han tenido lugar muchos de los capítulos del llamado conflicto vasco».
Anita Lopepe y Jakes Borthairu, que participaron en la Conferencia de Donostia, reiteraron la importancia del momento político «porque constituye una oportunidad real para la resolución de años de conflicto» y subrayaron «la gran responsabilidad» que ello supone para todos los agentes políticos y sociales.
Junto a ellos se encontraban representantes de las formaciones políticas abertzales (Xabi Larralde por Batasuna, Peio Etxeberri-Aintxart por AB, Mattin Etxepare por EA y Ttotte Etxebeste por Autonomia Eraiki) y numerosos militantes y personas de diferentes generaciones que, de un modo u otro, han estado afectadas por el conflicto (Amaia Elixiri por Segi, los ex presos políticos Xan Beyrie y Saroia Galarraga, y Urtsoa Parot, hermana de dos prisioneros).
Cinco apartados
En nombre de todos ellos, el exiliado político Xabier Miguel Ezkerra y el ex dirigente de Iparretarrak (IK) Filipe Bidart leyeron el documento consensuado, en euskara y francés. El segundo lo hizo por medio de un mensaje grabado en video, ya que actualmente se encuentra en libertad condicional asignado a residencia en Béziers.
Tras destacar la relevancia de la Declaración de Aiete, comentaron la lectura que realizan de sus apartados en lo que respecta a Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa.
En cuanto al primer punto, constatan que ETA ya ha respondido a la petición de abandonar la actividad armada y recuerdan que IK lo hizo en el proceso de Lizarra-Garazi.
Refiriéndose al segundo, que interpela a los dos estados, el documento emplaza directa y enérgicamente al Estado francés a que «responda de manera positiva a la nueva situación implicándose totalmente en la resolución del conflicto». En ese horizonte, afirman que «París debe, desde ya mismo, cesar cualquier forma de represión» y tomar las medidas oportunas para que, «como ha sucedido en otros procesos de resolución, los presos políticos vascos regresen a sus hogares».
Todas las víctimas
Sobre el tercer apartado, reconocen que también en Ipar Euskal Herria «ha habido víctimas del conflicto en los dos lados. Por un lado, las causadas por la lucha armada y, por otro, las víctimas de la guerra sucia y de la represión de los Estados», y se muestran dispuestos «a abordar la cuestión de la reconciliación y reconocimiento de todas las víctimas».
El documento se alarga más en el cuarto punto, el que sugiere acometer las discusiones sobre las cuestiones políticas y consultar a la ciudadanía.
Comienzan por recordar las «raíces estrictamente políticas del conflicto» y, entre las reivindicaciones que proponen para «una solución justa», destacan el reconocimiento político de Ipar Euskal Herria y la oficialización del euskara. Asimismo, invitan a los agentes políticos a abrir una dinámica de debate con el objetivo de llegar a puntos de acuerdo y llaman a París «a respetar la palabra y decisión de los ciudadanos vascos».
Por último, se declaran abiertos a las eventuales recomendaciones emanadas de la comunidad internacional.
Tras emplazar a todos los agentes políticos y sociales a implicarse en la resolución, los representantes del movimiento abertzale de Ipar Euskal Herria se adhirieron a la manifestación del 10 de diciembre en Baiona para exigir una «solución democrática».
En una entrevista concedida a la agencia Efe, el presidente del Consejo de Estado español, Francisco Rubio Llorente, considera que, después de la declaración de cese de su actividad armada, «alguna conversación habrá que mantener con ETA».
Preguntado sobre si hay que dialogar con la organización armada, Rubio recuerda que «ya se ha hecho en Irlanda» y que, si se le pide la entrega de las armas, «habrá que pedirle que siga existiendo al menos hasta la entrega y habrá que entablar una relación». «No digo conversaciones políticas, sino `conversaciones de paz'», puntualiza el presidente del máximo órgano consultivo del Gobierno. A.M.