La exigencia e intensidad física imprimida por Marcelo Bielsa y su equipo desde que los rojiblancos echaron a andar en pretemporada en tierras valencianas allá en el mes de julio, se ha traducido durante la competición en un ritmo de juego que conlleva un enorme desgaste para los jugadores. Tanto que las lesiones y dolencias musculares entre sus hombres es una de las consecuencias que más preocupan a los aficionados. ``La catarata de lesiones en el Athletic es culpa de...'', pregunta estos días a los internautas una web sobre información rojiblanca.

Sin embargo, una comparativa de estos dos meses y medio de competición oficial con los del mismo periodo de la temporada pasada con Caparrós, revelan que se ha producido no sólo el mismo número de percances -16-, sino que incluso las dichosas lesiones musculares fueron entonces más a estas alturas.

Desde que el Athletic jugara su primer encuentro oficial contra el Trabzonspor, la primera lesión fue la de Ander Herrera, el 11 de setiembre. Fue la primera de las seis lesiones óseas; en su caso, rotura de menisco interno de la rodilla izquierda. Las otras dos más importantes fueron la fractura de peroné de la pierna derecha de Igor Martínez y la rotura de ligamento cruzado anterior de Gurpegi. La campaña anterior este tipo de incidencias óseas fueron sólo tres hasta mediados de noviembre.

Pero hay un índice que guarda estrecha relación con esa exigencia física, como es el de las lesiones de tipo muscular. Aquí, los rojiblancos contabilizan hasta 9 en estos dos meses y medio, cuando con Joaquín Caparrós el año pasado eran ya 13.

Datos fríos que, sin embargo, pueden ayudarnos a interpretar la comparativa con los partes médicos de Barcelona y Real Madrid. Ambas plantillas suman una docena de lesiones de carácter muscular, siendo en ambos casos el bíceps femoral el que se lleva la peor parte: tres en el caso de los catalanes, dos en el de los madrileños.

Así pues, los rojiblancos están por debajo de los números de esos dos equipos y también dentro de los promedios establecidos sobre lesiones a lo largo de una temporada. En 2003 la UEFA inició sus estudios sobre lesiones en el fútbol y esas estadísticas calculan unas 20-24 lesiones musculares por temporada para una plantilla que deba disputar unos 60 partidos. Los de Guardiola, en estos años, han tenido en torno a unas 21 lesiones musculares por temporada. En el caso de los bilbainos, hablamos de que esta campaña podrían llegar a disputar algo más de 50 encuentros, entre las tres competiciones.

Cifras que constatan que este curso bajo la dirección de Marcelo Bielsa no está siendo más negativa que otras en cuanto al paso de jugadores por la enfermería. Lo más doloroso ha sido el percance de Gurpegi -además de los problemas que ha venido arrastrando Aitor Ocio-, una rotura de ligamentos que, curiosamente, se produjo casi al mismo que las de otros dos jugadores de Primera, como Rossi y Canales. Un hecho poco habitual, aunque en el recuerdo está lo ocurrido entre el 28 de julio y el 30 de noviembre de 2006, cuando en ese espacio de tiempo cayeron por esta misma lesión nada menos que 17 futbolistas, entre ellos, cinco jugadores del Valencia y tres del Villarreal, pero también un rojiblanco, Tiko.

Llorente, quinto parte médico

El último en recaer ha sido Fernando Llorente, al que se le espera en Lezama, tras su periplo con la selección de Del Bosque, para diagnosticar su dolencia, según parece, un problema óseo en la rodilla derecha, la misma molestia que sufrió el pasado 27 de octubre durante el encuentro ante el Atlético de Madrid.

El parte médico del delantero incluye también una sobrecarga muscular el 13 del mismo mes, una tendinitis en el cuadricipital de la rodilla izquierda el día 23 y una leve condropatía rotuliana izquierda el 31. En total, cinco incidencias; la campaña pasada, a estas alturas, ni una.