Un emplazamiento que debe tener respuesta
Destacados militantes del movimiento abertzale de izquierda de Ipar Euskal Herria protagonizaron ayer en Baiona una comparecencia solemne un mes después de que se hiciera pública la Declaración de Aiete, auténtico hito en la historia política reciente de este país y que debe servir para encauzar la resolución del conflicto que enfrenta a este pueblo con los estados español y francés. No hay que olvidar, y así lo destacaron desde la capital labortana, que ambos estados son directamente interpelados en ese documento como partes implicadas a las que corresponde dar pasos, más aún después de que ETA cumpliera lo que en esa declaración se le demandaba.
En este nuevo escenario, el Gobierno francés, como el español, tiene en su mano asumir una posición acorde con lo que se le demanda y avanzar con responsabilidad hacia un escenario de paz y soluciones, o puede hacer un alarde de irresponsabilidad y mantener una actitud obstruccionista que impida llegar esa meta. Está en su mano, pero el emplazamiento que le hicieron en el palacio donostiarra y que ayer le recordaron, es ampliamente compartido por una ciudadanía que ansía alcanzar un marco de paz y democracia real.
París no puede sostener, como ha pretendido durante años, que este conflicto le es ajeno, siendo su papel el de mero «colaborador» de la estrategia de Madrid. Al contrario, las autoridades galas saben que representan a una de las partes del conflicto y, como tal, a un agente muy activo del mismo, que en las últimas décadas se ha implicado profundamente en la represión del movimiento independentista. Precisamente, la desactivación de esa represión sistemática y el cambio de una política penitenciaria vulneradora de derechos y que mantiene a los prisioneros vascos a cientos de kilómetros de sus lugares de origen debería ser la primera respuesta al llamado de la comunidad internacional. Sin olvidar en ningún momento que la raíz de este conflicto es política y que como tal debe ser abordada por todas las partes para lograr una solución integral. Por mucho que les pese a los mandatarios franceses.