El Juzgado de lo Social número 6 de Bilbo estima la demanda de la viuda de Gerardo Fuentes, a quien se le desarrolló un cáncer en el pulmón debido a la silicosis, lo que le produjo la muerte en 2010. Según la sentencia, se vincula la muerte a un accidente de trabajo, por lo que a la viuda le deberán pagar una prestación económica más elevada, hasta los 674,58 euros al mes, desde junio de 2010, cuando falleció su marido.

Se confirma la contingencia profesional, que tanto la empresa Soemin, como la Seguridad Social y la Mutua Cyclops rechazaron en un principio.

El polvo de sílice está considerado dentro del mundo científico como cancerígeno, con lo que la familia del ex trabajador fallecido defendió que el cáncer de pulmón que desarrolló y por el que falleció «tuvo su origen en la exposición al polvo de sílice que previamente le hizo desarrollar una silicosis», según mantuvo la abogada de la familia.

El ex trabajador Gerardo Fuentes había sido declarado afecto a una incapacidad permanente total por la silicosis que padecía como consecuencia de su trabajo en la piedra de esmeril, en su labor en la empresa Soemin SL, de Castro Urdiales. Posteriormente fue diagnosticado de cáncer de pulmón a consecuencia del cual falleció en 2010.

Nueva pandemia

En la vista judicial se explicaron que estos problemas con la sílice cristalina y con los productos de aglomerados de cuarzo se están extendiendo, pero que es en este momento cuando están cobrando mayor relevancia, porque se calcula que la enfermedad no aparece hasta los diez años de haber estado en incubación.

La sentencia marca una posición en la que se confirma que las enfermedades derivadas de la sílice tienen carácter profesional. A la vez confirma que no hubo prevención frente a la enfermedad de la silicosis, porque los empresarios «no apostaron por preservar la salud de los trabajadores».