Crónica | Conflicto sanitario en la Rioja Alavesa
Los afectados cargan contra la medida «populista» de Sanz
Los afectados por el conflicto sanitario existente entre La Rioja y la CAV tomaron ayer las calles de Oion para denunciar la actitud del Gobierno riojano, que rechaza dar asistencia médica a los vecinos de la Rioja Alavesa. Ayer, más de un millar de personas exigieron el fin de la polémica medida y reivindicaron su derecho a ser atendidos en Logroño.
Ion SALGADO
La situación en la Rioja Alavesa ha llegado a un punto límite. Los vecinos del sur de Araba se han visto envueltos, sin quererlo, en la campaña electoral. Ayer más de un millar de personas se dieron cita en Oion para denunciar la última medida «populista» adoptada por el Ejecutivo riojano, que ha dejado sin asistencia sanitaria a los once mil habitantes de la comarca.
A media tarde, en la mesa de una céntrica cafetería, se encuentran sentadas Eva, Maite y Lupi. Las tres discuten airadamente sobre la decisión adoptada por el Gobierno de Pedro Sanz, que ha decidido no asistir a los ciudadanos vascos mientras Lakua no ofrezca una contraprestación económica por el servicio sanitario.
Eva no tiene reparos en denunciar la «vergonzosa» situación iniciada hace apenas tres semanas, cuando todos los habitantes de la Rioja Alavesa recibieron una carta del servicio de salud riojano. Una misiva en la que se anunciaba su derivación a los dos hospitales generales de Gasteiz, situados a 80 kilómetros al norte.
En el mismo sentido se pronuncia Lupi, que carga contra el «disparate» decretado por el Gobierno de La Rioja, en manos del PP. Con el café en la mano comienza a hablar y explica que la nueva normativa adoptada por los dirigentes de Logroño está motivada por el «politiqueo» de la campaña electoral. Además, recuerda con enfado el caso de una joven de La Puebla de Labarca que, según explica, tras sufrir un accidente en Ezcaray, fue estabilizada en Logroño y derivada a Gasteiz.
Maite modera el discurso de sus compañeras, pero no esconde su malestar. A su parecer, Oion se encuentra en «territorio comanche», ya que pese a ser vascos, toda su vida transcurre en Logroño, una ciudad a la que acuden cada semana para llenar los carros de la compra. Por ello, la nueva situación despierta las ganas de revanchismo entre los locales, que sugieren un posible boicot a la comunidad vecina, e incluso anuncian su intención de acudir al Carrefour de Viana, todo para evitar dar dinero a los mismos que les niegan la asistencia sanitaria.
Tras las críticas iniciales, Maite comienza a relatar su experiencia, y denuncia la situación que padece su hermana, en lista de espera para someterse a una operación en Logroño. Ahora, el Ejecutivo de La Rioja le ha enviado una notificación en la que se le informa que deberá ser atendida en Gasteiz, y por consiguiente, tendrá que soportar una nueva lista de espera antes de pasar por quirófano.
Fuera de la cafetería, junto al centro de salud de Oion, se encuentra una vecina de Kripan. Una joven que, al igual que Maite denuncia que los dirigentes riojanos se quejan del gasto médico, mientras abren las puertas de sus comercios a los vascos que acuden a realizar sus compras al centro de Logroño.
Cruzando la ikastola, se llega a la Herriko Plaza de Oion, la misma en la que, horas más tarde se darán cita más de un millar de personas exigiendo una solución al conflicto sanitario. Allí, sentados en las terrazas, se encuentran dos cuadrillas de treintañeros. Leire, Javi, Roberto, Daniel... ninguno esconde su enfado con la decisión de Sanz.
Todos ellos afirman que los más mayores serán los principales perjudicados con la derivación sanitaria, ya que, para todas aquellas personas que carecen de un vehículo propio, el traslado hasta Gasteiz se puede convertir en un largo trayecto que incluye un transbordo en la capital riojana.
Huelga de hambre
En cuanto a la decisión del alcalde, Rubén Garrido (PP), que se ha declarado en huelga de hambre frente al Gobierno de La Rioja, las opiniones se dividen entre quienes denuncian el interés electoral que se esconde tras la protesta y los que apoyan la postura del primer edil.
Borja, un joven camarero, quita importancia a la huelga de hambre, y lamenta que tras el ayuno de Garrido se esconde un acto electoral del PP para tratar de ganar votos en el sur del herrialde. Una opinión compartida por otras personas de la Rioja Alavesa, que afirman que el alcalde podía haber esperado unos días, hasta después del 20N, para tratar de alcanzar una solución pactada y sin tener que recurrir a una huelga de hambre. Para otros, la decisión del primer edil oyonés es la correcta.