El partido de El Sardinero puede ofrecer a Mariga la oportunidad de demostrar que no es un mal jugador como muchos creen y a Ifrán la de ganarse los minutos en el campo y no con lo que dice y hace fuera de él.

Uno tiene claro desde el primer partido que jugó ante el Barcelona y su primera semana de trabajo en Zubieta que Mariga no es un jugador que tenga el nivel, sobre todo técnico, suficiente para que la Real haya destinado este año para su cesión probablemente más de 2,5 millones, el millón que ha pagado al Inter y su ficha. Pero una cosa es que el coste no esté en consonancia con su nivel y otra que sea un desastre como se trasmite.

No puede ser un mal jugador cuando el Inter no ha querido traspasarlo a la Real por cuatro millones de euros este verano después de tenerlo un año y medio en su disciplina. Si fuese la mitad de mal jugador de lo que la gente se cree, el Inter lo habría traspasado a la Real y tendría un contrato de larga duración. Una cosa es pensar que Loren es un inepto como muchos sostienen y otra creer que los responsables del Inter son más estúpidos por pensar que Mariga vale más de cuatro millones tras trabajar con él tanto tiempo.

El problema de Mariga es que hasta ahora no ha alcanzado su nivel, sobre todo en el aspecto físico, y da la sensación de ser un jugador que necesita más tiempo para adaptarse, conocer el idioma, a sus compañeros y la forma de jugar del equipo. Se le ve perdido y sin el ritmo de competición adecuado y acusa la falta de continuidad en las últimas temporadas. En el año y medio que estuvo en el Inter sólo inició seis partidos de titular y así es difícil para un jugador de 24 años seguir una progresión.

Lo normal es que mejore progresivamente en cuanto tenga una continuidad, se adapte al equipo y alcance un mayor nivel físico. El problema es que la continuidad que necesita está muy cara porque se ha demostrado esta semana que la competencia es muy grande en esta plantilla.

Lo mismo les pasa a Llorente e Ifrán, pero a Montanier se le podrá discutir muchas decisiones que ha tomado, pero la más equivocada en el puesto de nueve es haber utilizado menos de lo necesario a Agirretxe. Ifrán sí ha merecido más minutos, pero está en el escalafón de atacantes donde se merece, en el quinto puesto tras el usurbildarra, Vela, Griezmann y Xabi Prieto.

Pero en el fútbol todo cambia en pocas semanas, hay lesiones y diferentes momentos de forma, y lo que conviene al uruguayo es entrenarse y aportar como en los últimos partidos porque a lo largo de una temporada tendrá oportunidades para reivindicarse.

Además es un jugador que ha dado más rendimiento como recambio que cuando ha jugado de inicio. Como suplente ha disputado 215 minutos con la Real en los que ha metido sus cuatro goles y como titular ha disputado 338 sin ver puerta. Es importante que cada jugador asuma su papel en un equipo y que se gane los minutos sólo en el campo. El Consejo y Montanier hacen bien en ser firmes en este caso, como con el de Griezmann. Aunque se acostumbre a decir que no se puede retener a un jugador contra su voluntad, los futbolistas deben asumir que los contratos están para cumplirlos y que nunca van a cambiar su situación por lo que digan a los periodistas, sino por lo que hagan en los entrenamientos y en los partidos.