Alrededor de 12.000 personas se manifestaron ayer en Florencia en una manifestación contra el racismo y en recuerdo de Samb Modou y Diop Mour, los dos senegaleses que fallecieron en la ciudad toscana el pasado martes a manos de un ultraderechista, identificado como Giancula Casseri, que, antes de suicidarse, abrió fuego contra un grupo de vendedores ambulantes senegaleses. La marcha, organizada por la comunidad senegalesa de La Toscana y a la que se sumaron varios políticos, partió de la plaza donde mataron a los dos inmigrantes.

«Pedimos una marcha silenciosa, pacífica, no violenta, todos cogidos de la mano, todos contra el odio, por el respeto a las gravísimas pérdidas que han golpeado a la comunidad senegalesa», rezaba la invitación a la manifestación. Los manifestantes portaron fotos de las víctimas y pancartas en las que se podían leer lemas contra el racismo y a favor de la igualdad.

En una entrevista concedida al rotativo «La Stampa», el ministro italiano de Cooperación e Integración, Andrea Riccardi, consideró que los recientes ataques contra inmigrantes constituyen «una señal de alarma».