VIOLENCIA DE GÉNERO
Ertzaina en riesgo de muerte tras un ataque machista en Donostia
La semana que concluye deja cuatro heridos graves por violencia machista en Euskal Herria. Tras lo ocurrido el jueves en Burlata, y horas antes de la manifestación convocada por el movimiento feminista en Bilbo contra esta lacra, un hombre se atrincheró en una casa e hirió de bala tanto a su exmujer, que fue herida leve, como a un ertzaina de 29 años cuya vida sigue en cierto peligro tras ser alcanzado en la arteria femoral.
GARA | DONOSTIA
Un hombre de 48 años fue detenido en la madrugada de ayer en Loiola (Donostia) tras atacar a tiros a su ex pareja y a uno de los ertzainas que acudieron a detenerlo. Con estas dos personas heridas, ya son cuatro las que permanecen hospitalizadas en Euskal Herria tras esta semana negra, dado que el jueves otro hombre disparó a su mujer en Burlata y trató de suicidarse después.
En este último caso de Donostia, los hechos se produjeron pasadas las 2.30 horas de la madrugada, cuando agentes de la Ertzaintza acudieron a un bloque de viviendas de Loiola después de que una mujer alertara de que su exmarido se encontraba armado en el interior de su domicilio y había manifestado su intención de disparar contra una vecina del inmueble.
Al lugar acudieron varias dotaciones de la Ertzaintza y contactaron con la mujer, tras lo que dos agentes se dirigieron al domicilio y mantuvieron una conversación desde el descansillo con el individuo que estaba armado, con la intención de que depusiera su actitud.
En ese momento, el hombre entreabrió la puerta de su domicilio, situado en el cuarto piso de un portal de la calle Plazaburu, asomó el cañón de la escopeta y efectuó un disparo a bocajarro, que alcanzó a uno de los agentes en una pierna, justo por debajo del chaleco antibalas.
El policía, Ixai P.H., de 29 años, domiciliado en Gasteiz, sufrió heridas muy graves en una pierna que le afectaron a la arteria femoral, por lo que fue intervenido durante cuatro horas en el Hospital Donostia. Según el último parte médico, permanece ingresado en situación estable pero con «riesgo vital». En el lugar quedaron grandes rastros de sangre y los servicios médicos afirman que las próximas 48 horas serán «decisivas» para su evolución.
Mientras tanto, el hombre que luego sería detenido realizó entre 20 y 25 disparos más con la escopeta, algunos de ellos con bala, desde el balcón de la vivienda contra los agentes policiales y otras personas que se encontraban en la calle. Uno de los disparos alcanzó a su expareja, quien fue trasladada igualmente al Hospital Donostia, aunque con lesiones de menor gravedad.
«Disparaba con una repetidora. Vaciaba el cargador y lo volvía a llenar. Por lo menos ha hecho treinta disparos», aseguró a la agencia Efe un testigo.
Agentes del Grupo de Intervención de la Ertzaintza intentaron entonces negociar con este hombre, quien finalmente se entregó y fue detenido sobre las 5.20 de la madrugada.
El Departamento de Interior de Lakua añadió que esa persona estaba tipificada como de carácter muy agresivo y que ya antes había protagonizado amenazas con arma de fuego. Fue trasladado a la comisaría, pero también pasó por un centro hospi- talario donde se le efectuó un análisis siquiátrico.
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, acompañado por varios mandos de la Ertzaintza, visitó al ertzaina herido y anunció que su consejería se personará como acusación en el proceso penal que se abra.
A lo largo del día, instituciones como el Ayuntamiento de Donostia, gobernado por Bildu, y la presidenta de la Comisión de Igualdad de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rafaela Romero (PSE), mostraron su rechazo por esta acción y su preocupación por la persistencia de este tipo de acciones.
Donostia: «Sin tolerancia»
El gobierno municipal de Donostia emitió una nota en la que indica que «hechos tan graves como los vividos en el barrio de Loiola demuestran que la violencia contra las mujeres es estructural, a desterrar entre todos y todas». Aprovecha para lanzar el mensaje de que «ante la violencia contra las mujeres la tolerancia no existe y debe ser reprobado y denunciado por el conjunto de la sociedad».
En consecuencia, el equipo de gobierno de Juan Karlos Izagirre anima a la ciudadanía a que «denuncie todos los días del año la violencia contra las mujeres, cuyo rostro más trágico se personaliza en hechos violentos de esta envergadura pero que se lleva a cabo en todos los ámbitos sociales».
Junto a ello, el Ayuntamiento muestra sus deseos de pronta recuperación tanto a la mujer como al ertzaina, con los que se solidariza. Y a la espera de lo que depare la investigación, se adhiere a las protestas y movilizaciones que puedan organizarse en los próximos días.
Romero: «La única violencia»
Por su parte, Rafaela Romero afirmó en nombre del PSE de Gipuzkoa que «la violencia machista no es una lacra social, sino un movimiento violento de un grupo de hombres que agreden y matan a mujeres».
La ex presidenta de Juntas de Gipuzkoa añadió que en su opinión «la violencia machista es la única violencia existente en España, Euskadi y Gipuzkoa tras el cese de la violencia de ETA».
El detenido realizó desde el balcón múltiples disparos con su escopeta -algunos de ellos con bala- contra quienes estaban en la calle.
Vecinos de la Txantrea realizaron ayer una comparecencia masiva para impulsar una «acción común de todos los colectivos» frente a la violencia sexista «en todas sus variantes: sicológica, física, etcétera». La iniciativa arrancó tras la detención de un vecino del barrio por hacer grabaciones en el vestuario de mujeres de una sociedad de Barañain. El hombre pertenecía a colectivos sociales de la Txantrea, por lo que para ellos ha supuesto «impactante y frustrante» y han decidido dar un paso adelante. Su intención es elaborar un protocolo de actuación ante estas situaciones y lanzar el mensaje de «tolerancia cero». Han llamado a una primera reunión el 11 de enero. GARA
Ares visitó al ertzaina herido y anunció que el Departamento de Interior se personará como acusación en el proceso penal que se abra por este hecho.
Eguraldi traketsari aurre eginez, Euskal Herriko mugimendu feminista Bilboko kaleetara irten zen atzo indarkeria sexistaren aurrean geldirik ez egoteko aldarrikatuz. Mila lagunetik gora bildu ziren «Indarkeria sexistak mila aurpegi. Erantzun!» lelopean egindako manifestazioan. Arriaga plazatik abiatuta, euri jasa izugarriak pairatu behar izan zituzten ibilbide osoan zehar, baina aldarrikapen oihuek eta kantuek ere ez zuten etenik izan. Sirena hotsen artean, «erasorik ez, erantzunik gabe», «emakumeok ez gaude salgai» edo «kaleak, gaua, geureak dira», izan ziren aldarri errepikatuenak.
Mamiki batukadak -zira moreak soinean eta Gasteiz, Basauri, Ermua eta Ondarroako emakumeekin batera- jarri zion erritmoa hasierari, Arriaga plazan beldurra zabaltzen saiatu ziren «otso beltzak» inguratu eta uxatuz. Handik Nafarroa kaletik gora abiatu ziren ondoren eta hainbat performance txiki gurutzatu zituzten bidean. Moyua plazan buelta hartu eta udaletxerantz abiatu ziren. Bertan batukadak egin zien berriro ongi etorria.
Euskal Herriko mugimendu feministako lau ordezkarik, berrogei talde inguruk sinatutako manifestua irakurri zuten udaletxeko atarian. «Eraso sexistak ez dira egoera edo zorigaitz pertsonalen kasu isolatuak», nabarmendu zuten. Horregatik, erantzun integral eta mobilizatzailea eskaintzeko, «erantzun kolektiboa, bereziki mugimendu feministak izan beharrekoa», aldarrikatu zuten. Izan ere, emakumeen aurkako indarkeriak mugarik ez duela salatu zuten, «egiturazkoa da, adierazteko forma eta esparru mota asko ditu, eta makineria sozial, politiko, kultural, juridiko eta ideologiko osoan dago presente». Zentzu horretan, «indarkeria matxistaz modu bakar eta isolatuan ari bagara, maltratatzailearen inguruko pentsaera sozial komun erabat lerrokatua indartzen ari gara, kasu berezi eta zehatzak balira bezala irudikatuz, aiseago justifikatuak (alkohola, eromena...), eta zio nagusia dena, hots, zapalkuntza heteropatriarkalaren sistema, ikusezin bihurtzen da», esan zuten.
Bestalde, sexu indarkeria errotik ezabatzeko epaile edo poliziek ezarritako neurri zigortzaileez gain, autodefentsa feminista bultzatzeko deia egin zuten, «bakarka edo taldeka, emakumeen aurkako indarkeriaren aurka jarduteko modua da, ahalduntzeko era bat, `babesle' deituriko legeek arrandiaz erakusten duten etengabeko biktimismotik urrun». Erantzun kolektiboak emanez emakumeen arteko elkartasuna bultzatzea, kalea hartzea eta lehentasun moduan indarkeriari aurrea hartzea ere aldarrikatu zituzten.
Balio eta eredu berrien beharra ere nabarmendu zuten: «Bikote harremanetako sexu indarkeriak gure agintarien eta beren aparatuen kezkarik handienak sorrarazten ditu, zauri larriak edo erailketak sorrarazten dituenean. Eraso horien oinarrian familia patriarkalaren instituzionalizazioa eta Eliza katolikoak sagaratu eta aldareetara jaso izana daude. Gure aldarrikapenen gunean beren ikusmoldeak, sinesmenak eta iruzurkeriak etengabe salatzea dago». A. ARRUTI