Zeberio y Ion se llevaron una de las mejores finales del Campeonato de Parejas que se recuerda después de ganar 40-38 a Juaristi y Lizaso. Lo cierto es que cualquiera de las dos parejas mereció la victoria en un duelo que duró 95 minutos y en el que se sobrepasaron los 700 pelotazos.

Dos remontistas tenían que ganar el Torneo Azysa, pero la verdad es que se lo merecía cualquiera de las dos parejas. La clave del partido fue el cansancio que acumuló Lizaso en la segunda parte del encuentro. La intensidad con la que se jugó le pasó factura, y por ahí se les fue el choque a los azules después de ir ganando por 19-27.

Los cuatro remontistas jugaron un partidazo y fue el triunfo de la constancia. Nadie se rindió nunca, lo dieron todo, defendieron a tope, se sacrificaron y el esfuerzo fue máximo.

El premio se lo llevaron Zeberio y Ion porque llegaron más enteros, sobre todo el zaguero, que fue quien decidió con su saque en el último tramo.

El zaguero azpeitiarra no acertó con la jugada inicial a lo largo del partido, pero a partir del 27-32 empezó a sacar mucho mejor y, aunque en todo el partido solo hizo cuatro tantos, con ese arma puso en aprietos en la fase decisiva de la final a Juaristi y Lizaso. Después de ir ganando 33-36, Juaristi y Lizaso dejaron escapar la renta para ponerse 37-36, y en el 39-38 Juaristi mandó una pelota larga a la contracancha y el partido acabó 40-38.

Ion fue elegido mejor jugador del torneo, sobre todo por la trayectoria en los cinco partidos que ha jugado. En la final volvió a brillar con diez tantos, cuatro de ellos de saque, y solo tres fallos cometidos al inicio de la final. Zeberio terminó con 19 tantos y cuatro fallos.

Entre los subcampeones, Juaristi hizo 20 tantos y cinco fallos; Lizaso acabó con 9 tantos, un fallo y dos tantos de saque. Patxi Zeberio sumó su séptima txapela y, si seis ya era un récord, con siete aumenta la ventaja y es todavía más laureado.

Ion, por fin, se caló su primera txapela del Parejas, después de dos finales perdidas con anterioridad. «Esta txapela es la recompensa al trabajo de todo el año. He salido un poco ciego, pero luego me he serenado», afirmó el zaguero al final.