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El comité del Metro pide la dimisión de Prego como paso hacia la solución

Representantes de los sindicatos que componen el comité de huelga de Metro Bilbao (ELA, CIM,UGT, LAB y ESK) ofrecieron ayer una rueda de prensa en la que pidieron la dimisión inmediata de Jose Ignacio Prego, consejero delegado de la compañía, al que responsabilizan de mantener enquistada la negociación con los trabajadores. Las centrales acusan a Prego de querer dirigir «un buque» sin tener en cuenta «la experiencia y opinión de los otros 730 tripulantes».

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Mikel PASTOR | BILBO

Tras una pancarta de gran tamaño que rezaba «Prego Dimisión» y acompañados por decenas de trabajadores de Metro Bilbao, Jasone Meabe-Basterretxea y José Ignacio Torres fueron los encargados de ejercer de portavoces del comité de huelga de Metro Bilbao en una comparecencia en la que pidieron la dimisión de Jose Ignacio Prego, consejero delegado del suburbano bilbaino, al que señalan como el mayor responsable de la enquistada situación actual.

Ambos portavoces incidieron en la «especial importancia» de la demanda, «fruto de una profunda reflexión» que el comité de huelga lleva realizando estos últimos meses.

Tras confesar que pedir la dimisión de un miembro de la dirección de Metro Bilbao «no había sido una decisión facil», Meabe-Basterretxea y Torres explicaron que habían llegado a la conclusión de que informar a la plantilla y a la sociedad de la noticia de manera simultánea «era la mejor salida posible».

Con nombre y apellidos

El comité de huelga, que cuenta con el respaldo del 88% de la plantilla del suburbano, no tuvo pelos en la lengua a la hora de acusar de manera nítida a Jose Ignacio Prego, poniendo así nombre y apellidos a uno de los máximos responsables, en su opinión, de que la situación en Metro Bilbao no se haya solucionado aún.

Los trabajadores, por boca de Torres y de Meabe-Basterretxea, no entraron a valorar «la capacitación laboral» de Prego, pero sí criticaron fuertemente su comportamiento con el comité de empresa y las diferentes secciones de sindicales.

En su opinión, el consejero delegado es el responsable máximo «de que las relaciones laborales en Metro Bilbao estén absolutamente rotas». Además, culpabilizaron a Prego de «instigar a la clase política, institucional y a la ciudadanía contra sus propios empleados».

Los representantes sindicales calificaron la gestión de Prego como «opaca, estafadora y partidista», además de «ocultar datos e información a la parte social», por lo que concluyeron en señalarle como «responsable final de todas y cada una de las mentiras» que en los últimos tiempos se han vertido sobre la plantilla de Metro Bilbao.

Como colofón a su comparecencia, y tras exponer sus argumentos, los portavoces, en nombre de los trabajadores, anunciaron que Prego «no cuenta con el apoyo» de la plantilla para «pilotar una nave de tanto calado» como Metro Bilbao.

Ante esta situación, que calificaron de «límite», el comité de huelga solicitó publicamente su dimisión o cese, argumentando que el organismo «necesita aire fresco, necesita personas que sepan respetar los acuerdos y tratar con los empleados».

15 meses

Es el tiempo que que lleva encasquillada la negociación de Metro Bilbao con su comité de empresa. Los trabajadores achacan esta tardanza a la «intransigencia, incumplimiento de acuerdos y falta de respeto a la labor sindical» por parte de la compañía.

Un conflicto camino de eternizarse en el tiempo

El de ayer no fue sino un capitulo más en el largo historial que ya atesora esta tensa relación entre los dirigentes de Metro Bilbao y el comité de empresa.

Desde que a mediados del año 2010 se desatara la tormenta, son incontables los paros, protestas, negociaciones, dimisiones y tiras y aflojas que han mantenido ambas partes en litigio, en todas las ocasiones con poco éxito.

Uno de los capítulos más tensos ocurrió el pasado 21 de diciembre, festividad de Santo Tomás, cuando la convocatoria de huelga alcanzó una repercusón desconocida hasta la fecha. Haste el lehendakari Patxi López tomó partido en el asunto y amenazó con imponer servicios mínimos de hasta el 90% si no desconvocaban la protesta para ese día, lo que no alteró los planes de los trabajadores. Al final, los tribunales quitaron la razón al Ejecutivo de Lakua y se instituyeron unos servicios mínimos menores.

Poco después dimitió la presidenta del Metro Loly de Juan -oficialmente por causas ajenas a este conflicto-, y su cargo lo ocupa desde entonces el ex edil bilbaino Txema Oleaga. Los portavoces del comité consideran que por ahora Oleaga «tiene mejor talante para la negociación», aunque mantienen sus reservas. «Veremos en qué queda esa buena predisposición», dicen. M.P.

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