El Hatortxu Rock 13 se celebró en Atarrabia entre el viernes y el sábado. Por segunda vez consecutiva, el festival de conciertos de Nafarroa a favor de los presos y presas se partió en dos jornadas. Tal y como subrayaron los organizadores «se trata del primer Hatortxu tras el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria».

Se da la casualidad que también este año ha coincidido con otro gran evento solidario, la manifestación celebrada ayer en Bilbo. El viernes, Uxue Royo y Juantxo Arnesto explicaron al respecto que «el calendario es el que es, y que Hatortxu Rock tiene una tradición y una historia que queríamos respetar». Añadieron que el hecho de que sean dos actos con un mismo objetivo y que se celebran en lugares tan lejanos «no tiene porque influir negativamente» ya que «por horarios son compatibles». Además «ya ha habido situaciones similares otros años», concluyeron.

Tras celebrarse el año pasado en Zizur, este año el Hatortxu ha vuelto a Atarrabia, un hecho más que circunstancial ya que «aunque nos gustaría poder elegir donde montarlo, no podemos», lamentó Arnesto. Explicó que «cada año lo celebramos donde nos dan permisos». «Hace dos años nos dieron permiso aquí pero el año pasado no, y nos fuimos a Zizur». Este año al no tener permiso ahí «tuvimos que pedirlo en Atarrabia y nos lo dieron», matizó. Uxue Royo añadió que «más allá del asunto de los permisos» no hay muchos sitios donde «poder montar unas infraestructuras como las nuestras y que se adecuen a nuestras necesidades».

Y es que el despliegue que se realiza es importante: dos carpas gigantes, sistemas de calefacción, baños, casetas para los grupos... Este año, como novedad, se montó un pasillo cubierto entre las dos carpas «para facilitar la comodidad de los asistentes». Este es uno de los motivos por el que el Hatortxu Rock se empezó a hacer en dos jornadas, ya que, como explicó Royo, «para el viernes siempre está todo montado y nos parecía que era posible realizar dos jornadas». Juantxo Arnesto añadió que «se decidió hacer la jornada del viernes más tranquila, más intima y más light, para que el sábado la gente pudiera disfrutar de los grupos más potentes».

En un nuevo contexto

Respecto al contexto en que se celebra esta edición, tanto Arnesto como Royo puntualizaron que «a pesar de que se trata del primer Hatortxu que se organiza en el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria, nuestra forma de trabajo y objetivos no han cambiado» porque «la situación de los presos no ha cambiado, no ha mejorado e incluso se podría decir que ha empeorado», lamentaron. A pesar de todo, precisaron que sí se ha notado un cambio positivo «en la actitud de los medios que no son tan afines a nuestros valores y en las instituciones». Explicaron que «los medios de comunicación se han interesado más por nuestro trabajo, aunque no sabemos muy bien cuál era su objetivo».

Respecto a las instituciones, señalaron que, «a pesar de que los partidos de siempre intentan meternos caña», este año «hemos tenido menos impedimentos que en otros». Concluyeron agradeciendo al Ayuntamiento de Atarrabia la concesión del permiso para organizar el Hatortxu Rock 13 y al pueblo en general su implicación y ayuda ofrecida para que haya sido posible un evento de tal magnitud.