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Funerales en Damasco en medio de acusaciones cruzadas sobre la autoría

El Gobierno sirio celebró ayer funerales oficiales y populares por las 26 personas muertas en el atentado suicida del viernes en Damasco, en víspera de la publicación del informe de la misión de la Liga Arabe que visitó Siria. Las autoridades atribuyeron el atentando suicida, ocurrido dos semanas después de un ataque similar, a «terroristas», mientras que los opositores acusaron al régimen y aportaron elementos que invitan a desconfiar de la versión oficial.

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GARA | DAMASCO

Los funerales, retransmitidos en directo por la televisión estatal, empezaron tras el rezo de mediodía en la mezquita Hasan, en el barrio histórico de Midan, donde un kamikaze hizo estallar el explosivo que portaba el viernes, provocando 26 muertos y 63 heridos.

Rodeado de personalidades religiosas, el mufti de Damasco Bashir Eid pronunció un discurso frente a varios ministros, responsables políticos y fieles. Fuera, miles de sirios portaban banderas y retratos del presidente Bashar al-Assad, y gritaban: «¡Con nuestra alma y nuestra sangre nos sacrificaremos por ti, Bashar!».

El periódico del partido en el poder Baas publicó ayer fotos de los fallecidos y de restos humanos que yacían en el suelo, estimando que el atentado buscaba minimizar el papel «indiscutible» de Damasco en la región. «Los autores (del atentado buscan) minimizar a Siria hasta (convertirla) en un elemento marginal en conflictos en los que desempeña hasta ahora un papel indiscutible», destacó.

«El terrorismo no se trata, se extirpa, su erradicación es inevitable», afirmó el diario oficial «As Saura», que acusa a los islamistas del ataque. «Cometieron crímenes en exceso en el pasado y hoy los reconocen abiertamente en señal de desafío», señaló el rotativo, en alusión a los atentados cometidos en los años 80 por fuerzas islamistas.

El movimiento Hizbulah libanés, aliado de Siria, acusó a EEUU de estar detrás del ataque. En Irán, el Ministerio de Exteriores condenó «enérgicamente» el ataque y acusó a «los enemigos de Siria, que sólo piensan en guerra civil, en dividir el país y en someterlo a las exigencias del eje sionista-americano».

EEUU también condenó «enérgicamente» el atentado, según declaró un portavoz del departamento de Estado.

En un comunicado, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que reúne a la mayoría de la oposición, acusó al régimen de Al Assad de querer «crear el caos y desviar la atención de sus crímenes de asesinatos y torturas», además de atribuirle «la total responsabilidad del atentado».

La oposición ha exigido una investigación independiente. Asegura que testigos oculares presenciaron cómo había decenas de ambulancias en el barrio de Midane, escenario del atentado, tres horas antes de producirse la explosión. También denuncia que había periodistas de los medios oficiales realizando conexiones en directo casi inmediatamente después de producirse el atentado, informa el diario israelí «Haaretz».

Cientos de personas se congregaron en Hasaka, Qamishli y Deraa para denunciar el atentado. Rechazaron la «injerencia extranjera» en los asuntos internos del país y reafirmaron su apoyo a «una toma de decisiones independiente», sin intervención externa.

antecedente

El 23 de diciembre, un doble atentado dejó 44 muertos y 150 heridos. Las autoridades sirias acusaron a Al Qaeda, mientras que la oposición lo atribuyó al régimen. Tuvo lugar poco antes de la llegada de los observadores de la Liga Arabe.

Diecisiete muertos en una nueva jornada de protestas

Al menos diecisiete personas habrían muerto ayer en Siria, siete de ellas en la castigada provincia de Homs (centro), por disparos de las fuerzas del régimen en operaciones de represión, según informó el opositor Comités de Coordinación Local (CCL). En un comunicado, dicha fuente aseguró que seis de los fallecidos se registraron en Idleb (noroeste), de los cuales al menos tres perdieron la vida en la localidad de Maardabseh cuando agentes de las fuerzas de seguridad «abrieron fuego de manera indiscriminada sobre un grupo de manifestantes». Otras cuatro víctimas mortales se produjeron en la ciudad de Harasta, situada en la provincia central de Rif Damasco, a causa de las heridas sufridas el viernes en una manifestación. Los CCL agregaron que mientras se celebraba ayer el funeral de seis personas que murieron en las últimas 24 horas en Harasta, las fuerzas de seguridad y los grupos de «shabiha» (matones del régimen), apoyados por el Ejército, cercaron esa ciudad. En Al Hasaka, capital de la provincia nororiental del mismo nombre, los «shabiha» propinaron palizas a los manifestantes que acudieron a una protesta contra el régimen. Las fuerzas leales al presidente habrían asaltado con tanques y vehículos militares los barrios de Al Zuhayri y Al Yawaniya en Al Quriya, ubicada en la norteña de Deir al Zur. GARA

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