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HISTÓRICA MANIFESTACIÓN EN BILBO

El PNV argumenta que la izquierda abertzale tiene que hacer aún más

 

GARA | BILBO

La del PNV fue la ausencia más comentada en la manifestación, sobre todo dado el precedente de 1999, cuando sí acudió a una marcha similar aunque en aquella ocasión el contexto era solo un alto el fuego de ETA y no un cese definitivo de la lucha armada, como ocurre ahora.

Aquel episodio fue recordado y reconocido ayer en su blog por el senador Iñaki Anasagasti, que evocó que el 9 de enero de aquel año, cuatro meses después del Acuerdo de Lizarra-Garazi, se celebró una «macromanifestación» por los presos y «en cabeza con la pancarta estaban Arzalluz, Otegi, Garaikoetxea, Madrazo, Elorrieta, Diez Usabiaga y todo lo que se movía en el mundo nacionalista».

Tras lamentar que «HB jamás agradeció aquella toma de postura del PNV», Anasagasti confirmó que «este sábado no iremos», y lo justificó así: «Falta el requisito previo y no es más que uno muy sencillo. Que los presos y sus familias le digan a ETA que desaparezca. Solo eso».

Su compañero de filas y parlamentario en Gasteiz Ricardo Gatzagaetxeberria también consideró en Radio Euskadi que es la izquierda abertzale quien sigue teniendo la pelota en su tejado. Afirmó sobre la manifestación que resulta importante tender a la reconciliación, pero también lo es que la izquierda abertzale realice «un ejercicio de reconocimiento y acercamiento a la sociedad en general».

«La sociedad puede ser generosa, pero el reconocimiento del daño causado caminando hacia la disociación nos parece fundamental», defendió. En su opinión, eso serviría para «dar mayor valor a la sociedad y para que todo el colectivo de víctimas tuviera una actitud más de cercanía». Más aún, añadió que «la petición de perdón es un acto de valentía y honestidad y la concesión del perdón ya depende de la conciencia de la víctima, pero supondría un paso importante».

En cualquier caso, Gatzagaetxeberria dejó claro también que el PNV reclama una política carcelaria distinta, «que conlleve el acercamiento del cumplimiento de la pena al lugar más próximo de origen de la persona y conlleve la libertad de quienes padecen graves enfermedades o han cumplido tres cuartas partes de la condena». Y en conherencia con ello, el parlamentario jelkide dijo desear que movilizaciones como la celebrada ayer sean aceptadas y entendidas «con naturalidad».