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I Torneo Bizkaia

Los experimentos, con agua de Bilbo

Titín III-Barriola estrenaron el palmarés de esta nueva modalidad tras imponerse en otro exigente partido marcado por la igualdad y la emoción.

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TITÍN III-BARRIOLA 22 

OLAIZOLA-PATXI RUIZ  20

Jon ORMAZABAL

Dice la frase que los experimentos han de hacerse con gaseosa, pero Aspe y Asegarce tienen el privilegio de poder hacerlos con agua de Bilbo, y de la buena, con lo que los resultados de cualquier prueba, por extrambótica que pueda parecer, siempre resultan bastante más apetecibles. Pese a estar inmersos en una competición oficial larguísima y muy exigente, los ocho pelotaris que han participado en este I Torneo Bizkaia se vaciaron en los dos festivales del recinto de Miribilla y, si a esa entrega se le unen la cantidad y calidad de recursos del cuadro profesional actual, cualquier distancia puede resultar atractiva.

Titín III y Barriola se convirtieron ayer en los primeros vencedores de la modalidad tras imponerse a Olaizola II-Patxi Ruiz en una final que mejoró lo que se pudo ver en las dos semifinales de la víspera de Reyes. En esta mejora, fue quizá Abel Barriola el que más pasos dio y de ahí que la pareja de Aspe consiguiera estrenar el palmarés de esta jaula por parejas. El de Leitza acertó a buscar mucho más la línea de pasa, supo evitar que Olaizola II entrara tanto en juego y, en momentos de atasco, demostró que es el zaguero que, por recursos, mejor se desenvuelve en los cuadros alegres.

Brillante Olaizola II

Sin embargo, en el arranque del partido, hasta que eligieron una pelota con más salida, el juego se desarrolló en apenas tres cuadros y ahí Aimar Olaizola demostró, una vez más, ser el más listo. Con un Patxi Ruiz crecido, que se gustó con una pelota llevada de espaldas y dos ganchos de artista, consiguieron de inicio una renta importante de hasta cinco tantos en el 3-8.

Con un Titín más aplicado en defensa que brillante en el remate, el zaguero de Leitza no solo cambió el ritmo del partido, sino que además tomó la responsabilidad finalizadora y terminó el partido con nueve tantos en juego, una cifra que no está al alcance de cualquiera. En el 10-10, se retiró a vestuarios con algún problemilla en su zurda, pero no debía de ser nada grave, porque terminó entero un partido agotador.

Los de Asegarce, con Ruiz entonadísimo, volvieron a tomar una renta de cuatro tantos, pero los colorados remontaron para protagonizar un final de partido vibrante, con constantes alternativas en el marcador. Tras el empate a 20, el penúltimo tanto, con 90 pelotazos, resultó agónico, cayó del bando colorado y con él el partido y el público disfrutó un montón.

Casi 2.000 pelotazos y más de tres horas de juego en tres partidos

Como en casi todo, habrá a quien esta novedosa fórmula del cinco y medio por parejas habrá encantado y a quien no le haya hecho excesiva gracia. Eso sí, la dureza, la igualdad y la emoción han sido indiscutibles en estos tres primeros partidos en esta nueva distancia.

En total, se han cruzado 1.961 pelotazos entre las dos semifinales (740 y 531) y la final (531), lo que nos da una media de 653 pelotazos por partido. La duración de los encuentros también ha ido en consonancia, con 68, 54 y 74 minutos -Barriola pasó ayer por vestuarios- y una media de 66. La gente lo agradeció, pero su incursión en medio del Parejas no parece la ideal. J.O.

Barriola

El zaguero de Leitza fue el más destacado del partido, acertando a cambiar un guion adverso estirando mucho más la pelota. Además, terminó con nueve tantos hechos en juego y solo dos errores.

patxi ruiz

Fuera del Parejas por vez primera en mucho tiempo, el de Lizarra aprovechó la oportunidad para reivindicarse y dejó detalles, sobre todo dos ganchos y una pelota llevada de espaldas, de mucha calidad.