Nagore García y Beñat Zarrabeitia, flanqueados por Manu Ugartemendia y Jone Artola, en nombre de Egin Dezagun Bidea, hicieron una valoración de la histórica manifestación que el sábado colapsó Bilbo. Valoración que iniciaron con el agradecimiento a todas las personas y agentes que hicieron posible la enorme movilización popular; enviaron, asimismo, su «sentido pésame» y un «sentido abrazo» a los familiares y allegados de Fausto Anza, el oreretarra que, tras participar en la manifestación, falleció repentinamente cuando se dirigía al Parque de Etxebarria para tomar el autobús de regreso a su domicilio.

Detrás de esa multitud -más de 110.000 personas en las calles de Bilbo- «está la mayoría de la sociedad vasca, que se ha expresado de forma nítida», precisaron. Enlazaron esta reflexión con un emplazamiento «a actuar con la madurez que requiere el momento que vivimos» y, expresamente, se refirieron a las formaciones políticas y medios de comunicación que se han posicionado en contra de la movilización o han intentado condicionarla, para remarcar que tanto los impulsores de la misma como la masa social que la refrendó no tienen ninguna tentación de caer en «polémicas estériles». De hecho, subrayaron la madurez demostrada por los manifestantes ante las provocaciones registradas en el propio trascurso de la marcha.

Los representantes de la iniciativa Egin Dezagun Bidea dejaron sentado, por otra parte, que la insólita imagen que dejó la manifestación es la expresión de la voz de la ciudadanía, pero «no podemos quedarnos anclados en esa fotografía». «El del sábado fue un paso enorme, una base sobre la que apoyar nuevos pasos», indicaron, en referencia a su determinación a activar nuevas movilizaciones, apoyos y compromisos, que irán presentando próximamente.

A este respecto, apelaron directamente a las formaciones políticas, agentes e instituciones que, pese a pronunciarse públicamente y de forma reiterada a favor de los derechos de los presos políticos, se situaron al margen de la manifestación del sábado. Fue una clara alusión, aunque sin citar sigla alguna, a la práctica de formaciones como el PNV, que rehusó adherirse a la convocatoria. «Es el momento de pasar de las palabras a los hechos», comentaron, al tiempo que invitaron a esas voces a «adoptar compromisos claros» acordes al discurso que defienden, y a mostrar respeto hacia iniciativas como la del pasado sábado, que ha conseguido el refrendo de una multitud.

«El problema no es la ley»

La iniciativa ciudadana dirigió también un llamamiento expreso a los gobiernos español y francés para que «terminen de inmediato con esta cruel política penitenciaria». Les reclamó «responsabilidad» y «que muestren la valentía necesaria». «Los gobiernos español y francés no pueden mirar hacia otro lado. La sociedad vasca ha hablado claro y es el momento de que ambos estados dejen a un lado su habitual cerrazón, den pasos y conecten con la mayoría de la sociedad vasca», añadieron.

Llegados a este punto, los representantes Egin Dezagun Bidea terciaron en el debate sobre la supuesta dificultad que entraña la legalidad vigente en la articulación de nuevos pasos, para afirmar que las leyes no son ningún obstáculo ni deben ser excusa si hay voluntad política de modificarlas. Tal como recordaron, algunas de las principales y más flagrantes vulneraciones de derechos que se están produciendo en las cárceles, como la dispersión o la negativa a poner en libertad a reclusos enfermos graves, «a través de la ley pueden solucionarse de un día para otro». En el mismo sentido, en referencia a la conocida como `doctrina Parot', remarcaron que «la cadena perpetua fue impuesta a través de la ley y se puede derogar con un cambio de ley mediante una decisión del Tribunal Constitucional».

«Tienen mecanismos» y «es el momento de actuar con responsabilidad. Eso es lo que solicita la mayoría de la sociedad vasca», plantearon los representantes de esta iniciativa que defiende los derechos de los represaliados políticos vascos, incidiendo en que es el momento de caminar en la lógica del respeto a los derechos humanos. «Este pueblo debe pasar la página del conflicto y del sufrimiento, y eso exige que la cuestión de presos y refugiados políticos vascos esté en la agenda», manifestaron durante su comparecencia ante la prensa. Asimismo, mostraron su convicción de que 2012 será el año en el que se produzcan pasos en este sentido.

Organizarse en la calle

La ciudadanía de Euskal Herria fue también destinataria de otro de los llamamientos de Egin Dezagun Bidea al hilo de lo vivido el sábado en Bilbo. Tras calificar su implicación de «imprescindible», remarcaron que la aportación de todas las ciudadanas y ciudadanos «es necesaria si queremos ver resultados». Por ello, reiteraron el llamamiento a organizarse en cada sector, pueblo, barrio, lugar de trabajo, universidad o centro de estudios en defensa de los derechos de los presos y exiliados políticos.

«Es el momento de seguir organizando, impulsando una ola de presión, de trabajo, en favor de los derechos», indicaron, al tiempo que invitaron a sumarse a los herri bilguneak que ya se están activando en muchos municipios de nuestro país.