La fiscal Anne Kayanakis lanzó ayer una orden de busca y captura contra Catherine Livarek a quien acusa de estar tras el secuestro de su hijo Ruben Gruau, de 15 años.

El adolescente, que vivía con su padre en Baiona, fue recogido por un hombre de unos 50 años el pasado martes en el colegio Marracq, donde está matriculado. Se le vio entrar en el vehículo de marca alemana que este conducía.

La fiscal, sin embargo, sospecha de que la madre está tras el secuestro porque, en conflicto con el padre de su hijo -Jean Gruau- desapareció ya una primera vez con el niño en 2000 durante seis años, hasta que fue localizada en Gran Bretaña. Desde allí fue extraditada en 2010.

A partir de entonces, Ruben vivía con su padre, quien tiene la patria potestad. La madre podía visitarlo cada quince días en un lugar neutral.

Condenada a dos años

Livarek ha sido condenada recientemente por estos hechos a dos años de prisión y debía comparecer en el Tribunal de Baiona el mismo día en que se produjo el secuestro.

Además, según informó Kayanakis, su vivienda de Biarritz estaba cerrada, por lo que concluye que «había tomado sus disposiciones y planificado la partida».

La fiscal cree que, al no estar en posesión de documentos de identidad del adolescente, la huida se ha efectuado «seguramente por vía terrestre» por lo que la orden de búsqueda del menor ha sido lanzada en el ámbito del Estado. Tampoco cree que la vida de Ruben esté en peligro, por lo que tampoco ha activado el plan especial de alerta para casos de secuestros de menores.