La noticia saltó por la mañana, pillando desprevenidos a la veintena de trabajadores que quedaban en Canal 4 Nafarroa. La decisión de cerrar la televisión local se tomó en Madrid, en las oficinas de PRISA, conglomerado mediático que -tras varias aventuras empresariales con socios vinculados a la órbita del PSE- había recuperado el 100% de la última emisora de Localia que continuaba emitiendo. Este canal había liderado durante años el panorama de la televisión local en este herrialde, pero su dependencia de las subvenciones gubernamentales (ahora recortadas) le han asestado el golpe fatal.

Sus dos rivales en información local en Nafarroa están regidas por líneas editoriales derechistas y son Canal 6 (propiedad del grupo de Diario de Burgos) y la católica Popular TV. Con su marcha, Canal 4 dejará libres dos canales de emisión en TDT para Nafarroa, pero la noticia ha llegado tan de repente que resulta inútil hacer cábalas sobre quién podría ocupar este hueco mediático que dejará libre Localia. Canal 4 comenzó a emitir en Nafarroa hace quince años, aunque las primeras tres temporadas lo hizo bajo la denominación «Pamplona TV».

La noticia del cierre llegó momentos antes de que los tres canales locales presentaran sus proyectos al concurso de subvenciones del Gobierno navarro. En los presupuestos de otros años, el Ejecutivo optaba por un reparto salomónico, entregando un millón de euros a cada canal. Sin embargo, para el presente ejercicio se decidió reducir la cuantía de la subvención a dos millones, a los que se opta por concurso. Al desaparecer el tercer candidato, este dinero se repartirá entre Canal 6 y Popular TV, aunque con los nuevos parámetros del concurso, ya no tiene por qué ser a partes iguales. El plazo para presentarse a las ayudas se agotaba ayer, así que, si una empresa se interesara por los canales que deja libre Canal 4, quedaría fuera de las subvenciones de este año y partiría en desventaja con respecto a sus competidores directos.

Según ha podido contrastar este periódico, el proyecto a presentar para el concurso estaba ya redactado y «solo faltaba llevarlo a la imprenta y entregarlo». No obstante, la orden de Madrid paralizó la entrega y echó por tierra este trabajo.

Según explicaron ayer a GARA, PRISA era el único propietario de la emisora. Hace unos años, este grupo poseía una red de unas 90 televisiones locales que se extendía, prácticamente, por todo el Estado. Sin embargo, los malos resultados que obtenían les abocaron al cierre en 2009 (un año antes de la desaparición de otro de los canales emblemáticos de PRISA, CNN Plus). Todas las sucursales cerraron menos la de Galicia y la de Iruñea. En el caso de la navarra, el millón de euros que llegaba del Gobierno hizo viable su continuidad. Aun así, desde 2009 este canal estaba oficialmente en venta. Con los cambios en la subvención de 2012, las cuentas ya no cuadraban a los propietarios. Asimismo, también se agotaron los compromisos adquiridos por la subvención del pasado año. En consecuencia, PRISA decidió que no merecía la pena siquiera intentar presentar un buen proyecto a la subvención de 2012.

Los informativos de la cadena continuaron ayer con su emisión, aunque se cerraron con un vídeo emotivo de los trabajadores que sonaba a despedida y lanzaba un «gracias». Se desconoce hasta cuándo seguirán elaborando contenidos nuevos y qué podrán ver después los navarros cuando sintonicen sus televisores en el canal que antes ocupaba Canal 4. En principio, lo más probable es que el equipo continúe trabajando todo el mes de febrero.

Un espectro local monocolor

Popular TV y Canal 6 monopolizaran las subvenciones de 2012 y -a la espera de que pueda aparecer un proyecto nuevo- también el espectro de la televisión local. Este sector, por otra parte, quedó muy tocado a principios de año con el despido del 60% de la plantilla del programa «Navarra directo». Resulta significativo que ambos canales estén vinculados a periódicos de derechas y a la iglesia católica. En el caso de Popular TV, los objetivos empresariales son nítidos. Esta televisión busca, entre otras cosas, fortalecer los «fundamentos de la sociedad», en especial «la fe católica» y « la familia asentada en el matrimonio único e indisoluble».