La 23ª jornada en Segunda B arranca con dos de los duelos más atractivos de la temporada. A priori. Porque la meteorología y otros condicionantes pueden rebajarles algún quilate.

Es el caso del derbi de Ipurua. Eibar y Alavés llegan a la cita empatados a puntos y con una regularidad que les ha llevado a perder un solo partido en cuatro meses. Pero tampoco ganan tantos como quisieran. Son los reyes del empate, con diez por bando. El estado del césped, con nevadas y heladas, tampoco contribuirá al espectáculo. Los armeros jugarán sin Valín, pero con Espín de vuelta y el posible debut de Del Olmo y Ortega. Por parte albiazul, Quintanilla se queda en casa lesionado.

También hoy, el Amorebieta intentará aprovechar su buena racha y las distracciones coperas del Mirandés para dar otro paso en su escalada. Si el campo lo permite. Los azules, con Arman y Cuevas aun de baja, se encuentran a solo ocho puntos del líder y con un partido menos. Además a Osasuna, con Cacicedo y Elías de vuelta, le toca poner fin a su irregularidad.

Mañana, el Real Unión prueba nuevo horario. Recibe a la Arandina a mediodía, con la vuelta de Romo, pero la enfermería aun a tope. Esta semana le ha tocado a Lacruz y aunque Mario Martínez y Sellarés ya entrenan con el grupo, habrá que ver si están en condiciones de jugar. El equipo necesita a todos sus efectivos, con apenas dos puntos sumados en siete jornadas.

Situación inversa a la del Sanse, que si prolonga su buena racha ante el Guijuelo podría salir por fin del descenso. Más altas son las miras del River, que visita al Salamanca pegadito al play-off. También con hándicap: con Jokin, Oskar Martín y Sergio lesionados, Etxaniz es el único delantero disponible. El Bilbao Athletic visita al Burgos y el Lemona recibe al Logroñés con la necesidad de reencontrarse con el triunfo y el posible debut de sus tres fichajes, que ya se estrenaron en la Copa Federación.