Tras reunirse con varios partidos vascos durante una visita de dos días a Euskal Herria, el Grupo Internacional de Contacto (GIC) formado por expertos facilitadores de resolución de conflictos emitió ayer una nota en la que les anima a «que comiencen a trabajar en la preparación de un diálogo resolutivo. La comunicación y la confianza pueden ser logradas mediante conversaciones informales y estables, lo que se denomina `diálo- go sobre el diálogo'».

«La responsabilidad de activar este diálogo sobre el diálogo es de los partidos políticos -añade el grupo liderado por Brian Currin-. El GIC seguirá alentando a todos ellos y sus miembros están a su disposición para asesorar o ayudar si son requeridos».

El GIC sigue siendo descalificado desde el PP y obviado por el PSOE. Pero por encima de ello destaca positivamente «el interés generado por nuestra visita. Consideramos que es un ejemplo del deseo de la sociedad vasca de mantener el impulso hacia la normalización política». En este punto, recuerda que el mandato que se dio a sí mismo hace un año fue «animar y asistir a los partidos, en la medida en que sea requerido, en la preparación y desarrollo de una agenda para el diálogo político». Y añade que el cuarto punto de la Declaración de Aiete del mes de octubre pasado incidió en este aspecto al afirmar que «sugerimos que los actores no violentos y representantes políticos se reúnan y discutan cuestiones políticas, así como otras relacionadas al respecto con consulta a la ciudadanía, lo que podría contribuir a una nueva era sin conflicto».

Sortu y el futuro Parlamento

Tras sus reuniones, el GIC advierte de que persiste un «problema» que afecta a la creación de una mesa multipartita: «Es el hecho de que no todos los sectores políticos están representados -apunta en alusión al actual Parlamento de Gasteiz-, lo que tendría como resultado que los contactos no serían inclusivos y, por tanto, tendría una carencia de legitimidad».

Por ello, los facilitadores añaden que «esperamos que Sortu sea legal en un plazo lo más corto posible y pueda presentarse a las próximas elecciones. Así, tras su celebración, todos los partidos políticos podrían tener representación en el Parlamento y un diálogo resolutivo para abordar el conflicto será posible». Sin embargo, incide en que ello debe prepararse ya a través de lo que denomina como «diálogo sobre diálogo», usando una expresión utilizada en los procesos irlandés y sudafricano.