FINANZAS PÚBLICAS
Las instituciones acusan los problemas de financiación
Iñigo Urkullu levantó ayer una polvareda de considerables dimensiones al asegurar que un representante de Lakua realizó recientemente una llamada «desesperada» al PNV reclamando ayuda ante la falta de liquidez. El presidente jeltzale calcula que el déficit del Ejecutivo autonómico supera ya los 1.000 millones de euros y reiteró una oferta de apoyo que ya fue rechazada hace unos días por el Gobierno de Patxi López al estimar que no era sincera.
GARA | BILBO
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que su partido ha recibido una llamada «desesperada» de un consejero de Lakua -no dijo su nombre, pero sí aseveró que «parece que tiene peso en el Gobierno vasco»- para pedir ayuda con el fin de «encontrar soluciones o nuevas vías de inyectar recursos extraordinarios a las vacías arcas gubernamentales».
Urkullu, en una comparecencia ante los medios de comunicación celebrada en Sabin Etxea, añadió que la situación del Ejecutivo autonómico «comienza a ser de emergencia» y alertó del riesgo de «quiebra inminente».
El líder jeltzale se declaró dispuesto a asumir «sacrificios», pero instó al Gobierno de Patxi López a ofrecer datos reales de la situación económica y del déficit en un «ejercicio sincero y descarnado» de transparencia. A su juicio, esto es necesario antes de plantear «cualquier medida de corrección y ajuste».
No es la primera vez que Urkullu realiza un ofrecimiento de este tipo en los últimos días. En una entrevista publicada el pasado lunes se declaraba «absolutamente dispuesto a una colaboración con el lehendakari López». La respuesta le llegó por boca de la portavoz de Lakua, Idoia Mendia, quien puso en duda la sinceridad de dicha oferta y añadió que en todo caso «llega un poco tarde».
Precisamente, el presidente del PNV lamentó ayer que su «voluntad» de respaldo haya sido «menospreciada, despreciada por la propia portavoz del Gobierno vasco». Preguntado sobre a cuánto calcula que asciende el déficit público, recordó que en octubre pasado el Consejo Vasco de Finanzas reveló que la deuda era de unos 706,5 millones de euros y que ahora tiene «la percepción» de que ha podido crecer «un 50% más», lo que equivale a más de 1.000 millones. Por ello, consideró que el Ejecutivo ha llegado «al límite de deuda posible».
Urkullu subrayó que próximamente se celebrará una reunión del Consejo Vasco de Finanzas y que en ella «se liquidará la recaudación y aportaciones del ejercicio 2011, quedando al descubierto una importante porción de la imagen fija del desfase económico que amenaza con colapsar la acción inmediata del Gobierno».
El PNV realizó «un llamamiento especial» al PP, socio preferente del PSE. «Confiamos en que nuestro desvelo por la grave crisis deficitaria detectada en el Ejecutivo autónomo sea compartido por el PP y que, conjuntamente, podamos hacer frente a uno de los momentos más críticos por los que ha atravesado nuestra arquitectura institucional», manifestó Urkullu.
En este contexto, el líder jeltzale reveló que expuso al presidente español, Mariano Rajoy, su «preocupación por la manera de hacer» del Gobierno que dirige Patxi López López durante el encuentro que ambos mantuvieron el pasado martes en La Moncloa.
El Gobierno de Lakua salió rápidamente al paso de las manifestaciones de Urkullu y a través del Departamento de Presidencia aseguró que su solvencia económica «está fuera de toda duda. La Administración vasca es la que tiene una situación más saneada, la que antes paga a sus proveedores y la que cuenta con una deuda más reducida, como es de público conocimiento». El Ejecutivo tachó de «radicalmente falso» que algún consejero haya acudido al PNV con una llamada de ayuda «desesperada», y acusó a Urkullu de dedicarse a «la manipulación, el alarmismo y, en definitiva, a empañar gratuitamente la imagen de Euskadi», no dudando en «anteponer sus intereses partidistas a los de la sociedad vasca». En la misma línea, el presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, consideró que «lo que ha hecho Urkullu es el colmo de la irresponsabilidad» y aseguró que «la única explicación» es que el PNV «es capaz de hundir Euskadi y el prestigio de los vascos y del Gobierno de Lakua porque él no está y no es de su partido». GARA