El Grupo Internacional de Contacto ha celebrado una nueva reunión en Euskal Herria siguiendo su mandato de promover y agilizar el diálogo político resolutivo. Según hizo público en nota de prensa, anima a los partidos a conversar para lograr la comunicación y confianza necesarias de cara a una eventual mesa multipartita. Tras definir la fase actual como «diálogo sobre el diálogo», incide en la importancia de hacer ahora bien el trabajo, de asentar bases sólidas previamente a la fase de negociación de un acuerdo resolutivo, inclusivo y legitimado, que ofrezca una solución sostenible y un nuevo futuro. El GIC cree que corresponde a las instituciones y a los partidos organizar y fijar la arquitectura de la mesa multipartita y no es ajena al hecho de que no todos los partidos son legales ni pueden presentarse a las elecciones.

El mensaje del GIC es equilibrado y sensato. Obviamente, la pronta legalización de Sortu ayudaría en ese cometido. Pero, a día de hoy, parece aventurado fijar que eso pueda ser inminente o a corto plazo. Sin embargo, no es motivo para la quietud y la espera. Al contrario, dinamizar el carril de la política es obligado. Como lo es trabajar un esquema que permita que todos los ciudadanos, cualquiera que sea la institución que administre su territorio, puedan considerarse participantes y representados. Solo así podrán sentir como propio el resultado final de la misma.