El líder de la guerrilla del Cáucaso Norte valora la revuelta rusa contra Putin
El líder de la guerrilla islamista del Cáucaso Norte, Doku Umarov, decretó el final de los ataques contra la población civil en Rusia, al estimar que los rusos habrían dejado de apoyar a Vladimir Putin. La guerrilla ha reivindicado muchos y sangrientos atentados en Moscú.
GARA | MOSCÚ
«Los sucesos que tienen lugar en Rusia (las manifestaciones opositoras) muestran que la población rusa ha dejado de apoyar al régimen de Putin», asegura Umarov en un vídeo colgado en la web rebelde chechena kavkazcenter.com. En consecuencia, «he ordenado a todos los grupos de sabotaje que tienen por misión llevar a cabo nuestras operaciones especiales en Rusia que pongan fin a los operativos que podrían herir a la población civil», anuncia en la filmación, grabada en exteriores y que le muestra como siepre vestido de caqui y con una larga y descuidada barba.
Umarov, líder de la pléyade de grupos islamistas de las distintas repúblicas norcaucásicas, reivindicó el atentado contra el aeropuerto de Domodedovo en enero de 2011 (37 muertos) y el doble atentado contra el metro de Moscú en 2010 (40 muertos), ambos en respuesta a los «crímenes de las fuerzas rusas en el Cáucaso». El Kremlin tiene puesto precio a su cabeza (5 millones de dólares).
«Actualmente, la población civil en Rusia es rehén del régimen de Putin, que lucha a su vez contra el islam en el territorio del Emirato del Cáucaso. En estas circunstancias, estamos obligados a proteger a la población civil en nuestras operaciones especiales», señala.
En consecuencia, «las operaciones especiales sólo podrán ir dirigidas contra las fuerzas de seguridad, los servicios secretos y los oficiales hipócritas que, con palabras y hechos, atacan al islam y son enemigos de Alá».
Umarov se convirtió en 2006 en el presidente independentista de Chechenia tras la muerte de sus antecesores, Aslan Masjadov y Abdul Saidulayev, muertos en operativos especiales de los servicios secretos rusos (FSB). Bajo su dirección, la resistencia chechena continuó siendo debilitada por la guerra sin cuartel y sin regla alguna de Rusia y las deserciones provocadas por el surgimiento del líder checheno pro-ruso Kadirov.
En 2007, Umarov asumió la dirección de una confederación islamista armada bautizada como el Emirato del Cáucaso. Y es que la revuelta se había islamizado crecientemente y desbordado las fronteras chechenas por todo el Cáucaso Norte.
Llamamiento opositor
La oposición hizo un llamamiento a los que secunden hoy la manifestación para que lo hagan calzados con valenki, botas de fieltro tradicionales del campesinado ruso.
El Kremlin ha desaconsejado a los manifestantes salir a la calle ya que se prevén 16 grados bajo cero en Moscú.
Funcionarios públicos de Moscú han denunciado presiones, e incluso promesas de recompensa (75 euros) para que asistan a una contramanifestación del régimen.