Miles de sirios se manifestaron ayer en todo el país, incluso en Damasco, para conmemorar el 30 aniversario de la masacre de Hama (centro). Las tropas del régimen de Bashar al-Assad y los rebeldes armados comenzaron a disparar, causando muertos.

Los manifestantes portaban parcartas con el lema «Hafez (assad) murió, Hama no está muerta, Bashar va a morir y Siria no morirá», refiriendose al padre del actual jefe de Estado, según un vídeo difundido por los militares.

Durante los enfrentamientos, murieron al menos 25 personas -once soldados y 14 civiles- entre ellos dos niños, y decenas de personas resultaron heridas, según datos del Observatorio de Derechos Humanos de Siria. La mayoría murieron en las manifestaciones masivas en distintas ciudades del país.

Por otra lado, Rusia declaró ayer, mediate su vicemisnistro de Asuntos Exteriores, Guennadi Gatilou, que no puede sostener «en estas condiciones» el nuevo proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condena la represión Siria pese a reconocer que se muestran algunas de sus inquitudes. «No basta» agregó.