Dos días después de la llegada de Maciej Lampe a Gasteiz, el pívot polaco sigue pasando pruebas con los servicios médicos de Saski Baskonia. El club alavés quiere cerciorarse de que Lampe está debidamente recuperado de su lesión de cadera, de modo que quiere tomarse las cosas con calma. Tanto es así que el propio Dusko Ivanovic estima que su nueva adquisición lo tendrá «muy difícil» para llegar a tiempo para la Copa.

Ivanovic reconocía que Lampe se encuentra «médicamente bien», después de analizar los resultados de los reconocimientos médicos a los que se ha sometido el polaco en Estados Unidos, donde completaba su proceso de rehabilitación tras operarse en setiembre. Sin embargo, el cuerpo médico baskonista quiere tener sus propios resultados y pruebas, y por ello está sometiendo a Lampe a un exhaustivo reconocimiento con pruebas de esfuerzo para comprobar si está en condiciones de jugar a baloncesto de alto nivel.

Por este motivo, el preparador montenegrino admitía que será necesaria «paciencia» para poder contar en sus planes con un jugador que ha estado «seis meses sin entrenar» y que, con la lesión de por medio, ha perdido el ritmo físico y de competición.

En otro orden de cosas, el regreso de Caja Laboral Baskonia al Fernando Buesa Arena, toda vez que las obras lo permiten, supondrá el primer lleno en su «nueva cancha». Según la nota informativa remitida por el club, el total de localidades disponibles asciende a 9.423 asientos y ya no queda ninguna entrada a la venta.

Para este duelo, el Baskonia prepara un enorme mosaico a base de aplaudidores con los colores del cuadro gasteiztarra.